Mi viaje fue terrible, porque perdimos el vuelo de Denver a Aspen y tuvimos que dormir tirados en la moqueta del aeropuerto de Denver. Una moqueta muy mullida y limpia, a decir verdad. El caso es que llegamos a Aspen a las 9 de la mañana del domingo 23 de enero de 2005. Hacía 31 horas que había salido de mi casa hacia el aeropuerto de Madrid-Barajas. Me prometía a mí mismo no volver. ¡Con lo cerquita que está Ginebra!
Bien es verdad que entre la montaña de esquís de Ginebra y el orden de Denver hay una gran diferencia.
Un país práctico. Como a Denver llegan muchos esquís, ya que es el portal a Las Rocosas, pues se pone una cinta para esquís. Nos guste o no, nos llevan tres pueblos de distancia, incluso a los europeos más pragmáticos (por ejemplo, los suizos de Ginebra).
En el viaje en avión, sobrevolando las Rocosas, ya pudimos comprobar que nieve no nos iba a faltar.
Como veis, los pinos alcanzan las cumbres sin problemas.
El valle de Aspen estaba muy nevado, aunque hacía días que no nevaba.
El aeropuerto de Aspen es como de muñecas. Pequeño y acogedor
Aspen-Snowmass: The four Mountains
La estación está formada por cuatro dominios esquiables: Aspen Moutain, Aspen Highland, Buttermilk y Snowmass. No existe interconexión esqiando entre las cuatro montañas, pero el servicio de autobuses es eficaz, rápido y gratuito. Se tarda alrededor de media hora en alcanzar Snowmass desde Aspen Mountain, que son las dos montañas más distantes entre sí.
El forfait es común para las cuatro estaciones.
No sé cómo es la champagne powder porque no nos ha caído nieve. La calidad de la nieve que yo me he encontrado es similar a la europea (pirineos, alpes, penibético) recién caída: polvo, sin placas de hielo y crujiente bajo los esquís. No está dura por la mañana, probablemente porque el frío impide que se funda la superficie, a pesar del SOLAZO que nos está haciendo (yo preocupado por el frío extremo de las Rocosas y esto parece Sierra Nevada (por el sol, quiero decir).
Los remontes son cuatriplazas desembragables que van a toda pastilla. Aspen tiene un huevo y arrastres hay poquísimos.
Huevo de Aspen
Snowmass
El dominio de Snowmass es el más amplio. No sabría deciros los kilómetros de pista porque en la información técnica que dan en la estación lo que aparece son las hectáreas esquiables. Yo diría que equivale a 80-100 km de las europeas. La estación es impresionante. Sorprende los pocos remontes que tienen pero dan entrada a muchas pistas distintas (distintas de verdad, no las típicas pistas paralelas de España y cada una con un nombre y a contar kilómetros).
Hay pistas para todos los gustos. Pistas pisadas excelentemente, anchas, entre abetos y álamos. Pistas con bañeras. Una gran cantidad de pistas rojas y negras no son pisadas y están llenas de bañeras, así que, para el que le gusten los saltitos, la estación es formidable. También tiene un montón de itinerarios fuera de pista en entornos naturales sobrecogedores. Os adjunto una foto de The Cirque, a 3.800 m de altitud, que es el punto más alto de la estación y la entrada a diversos itinerarios de dos rombos muy recomendables como Cirque Headwall o Hanging Valley Glades.
En lo alto de Cirque
Tramos del itinerario Cirque Headwall. Un itinerario con dos palas Extreme Terrain que todavía no sé cómo me las pude bajar.
(no tengo fotos de las palas porque estaba con tal estrés que ni se me ocurrió hacer fotos)
Tramos del itinerario Headwall con una garganta impresionante, pero no clasificada Extreme Terrain (EX)...
Llegando a la entrada de la pala, con una peña a la izquierda. Ese momento típico en el que aún no ves la pala (ni nada de nada de lo que puede haber abajo) y te empiezas a preguntar ¿Qué diablos hago yo en un fuera de pista así, a 8000 km de mi casa y de los hospitales gratuitos de la Seguridad Social de España?
Tras algún que otro derrapaje, apurado de diagonal y giros como Dios manda, llegamos abajo. Así se ve la pala desde abajo.
Tras bajar el itinerario Lower Ladder miramos atrás para ver todo lo que nos hemos bajado, antes de volver por Sandy Park, una azul pisadita que recoge a los intrépidos que se han tirado desde Headwall. Casi beso la pista como hace el Papa en sus viajes, tras casi una hora de itinerario.
Paisaje desde PowderHorn, el itinerario más occidental de Snowmass (y, con diferencia, el más sencillo)
Los itinerarios son muy curiosos porque, no están balizados, naturalmente, pero si te intentas escapar del recorrido siempre das con una cuerda que acota el dominio esquiable "ski area boundary". Salirse está prohibido y pueden detenerte. Así que puedes hacer los itinerarios sin temor a perderte o despeñarte porque si te desvías del itinerario siempre das con la cuerda que sirve de límite y te llevan al "redil".
Además hay "embajadores" de la organización. Te dan consejos sobre el recorrido y hasta te acompañan. En los itinerarios, cuando te parece que estás absolutamente solo, de pronto aparece un socorrista de la organización a toda mecha haciéndose el itinerario y controlando. Al final de cada itinerario, un teléfono de emergencia, por si ha habido desgracias. Todo ello te permite hacer el itinerario sin tener que llevar un experto que ya se lo conozca y con razonable nivel de seguridad. Por supuesto, es recomendable no hacerlo en solitario.
A la entrada de Long Shot, una pista de 8 km en la parte más oriental de Snowmass, también te recomiendan no ir solo.
Unas cuantas fotos de típicas pistas de las Rocosas
El último día nos nevo. Este era el aspecto de Sheer Bliss, una preciosa pista, moteada de pinos, que baja desde Cirque. Una de las pistas más bellas que he visto nunca.
El pueblo no tiene apenas vida nocturna. Para eso hay que ir a Aspen. Se puede comer a buen precio en diversos sitios. Una hamburguesa de considerables dimensiones, acompañada de patatas fritas, cuesta un $8.95. Una pinta de buena cerveza de barril cuesta entre 3 y 4 dólares. En general los precios no sorprende en absoluto e incluso algunas cosas están más baratas que en España. No es el caso de los forfaits, que, si lo compras in situ, son terriblemente caros. Un forfait para las cuatro montañas de seis días cuesta $440 comprados en las taquillas. Así que es muy recomendable comprar viajes con todo el paquete incluido ya que te sale mucho mejor de precio.
Buttermilk
Es una estación muy facilita, ideal para los que están empezando. Mantiene el estilo de largas y anchas pistas entre bosques de coníferas extraordinariamente bien pisadas y tiene una pista negra en la parte oriental de la montaña; pero para esquiadores de cierto nivel no aporta gran cosa a las otras tres montañas.
Aspen Highland
Lo más destacado de esta montaña es el Highland Bowl (12392 pies), un circo desde el que caen múltiples itinerarios con una pendiente de escalofrío. Para llegar hay que subir A PATA por un sendero durante 40 minutos. La senda es tan estrecha que no se puede dar la vuelta con seguridad y bajar por ella. Así que hay un punto de toma de decisión y de no retorno que pone los pelos de punta, avisándote que a partir de ahí no hay rescate por los rangers y que te busques la vida. El resto de la estación no desmerece de las otras. La montaña está cuajada de pista rojas y negras sin pisar.
Aspen Highland visto desde Aspen Mountain
La senda que hay que subir en snowcat. Más al fondo, la senda que hay que subir andando. Acongojante.
Esquís al hombro y a subir
Base de Aspen Highland
Aspen Mountain
Bar del oxígeno a 11200 pies, en Aspen Mountain. Puedes inhalar oxígeno para recuperar fuerzas.
El aeropuerto de Aspen, visto desde Aspen Mountain
Comentarios e impresiones generales
Aquí el esquiador es el rey. Es una estación que mima al cliente. Todos los pisteros con una sonrisa de oreja a oreja. Montones de pisteros/as argentinos amabilísimos. En las entradas de los telesillas existen dispensadores de mapas de pistas y de pañuelos de celulosa. No hay colas, así que te tiras todo el día esquiando. Cuando llegas y te enteras de que los remontes cierran a las tres y media de la tarde, te parece que te vas a quedar con ganas de esquiar pero las tres y media de la tarde ya estás reventado de esquiar durante todo el día sin parar y esquiando la mayor parte del tiempo sólo, sin encontrarte con nadie más en las pistas.
El forfait in situ es caro: 440 euros por seis días.
El equipo también es caro: uno de alta gama (esquís y palos) para 6 días 240 dólares.
Protegiendo la zona de debutantes... La chica, una rumana que llevaba 6 meses en Aspen.
¿Cuántas veces os han dicho "no quedan mapas" después de pagar 30 euros por el forfait? Aquí, en cada entrada a remonte, kleenex y planos
Agua, galletitas y zumo de manzana caliente en las pistas. Gratis y servido por el señor que aparece en la foto. Vamos, como en Valdesquí de amables.
Este es el lavabo de señores del café Suzanne, a 9970 pies de altura. Igualito que los servicios encharcados, malolientes y sin celulosa de tantas estaciones de nuestro país.
Pujanza del español. Todos los letreros en inglés y español. Muchos mejicanos, argentinos y peruanos currando. Algunos norteamericanos chapurreando el español en cuanto les decías que eras español. Gente encantadora.
No estoy de acuerdo con Pepe en que esto hay que hacerlo una vez en la vida. Aquí hay que venir siempre que se pueda porque, aunque el viaje es un auténtico coñazo, una vez estas aquí te olvidas de todo. Si te fijas en los precios, es ligeramente más caro que irte a los Alpes en avión.
En fin, que una auténtica gozada, una experiencia inolvidable. Cuánto trabajo me va a costar volver a ser maltratado en la península tras pagar forfaits de escándalo cuando los relacionas con lo que te ofrecen las estaciones de nuestra tierra.
Espero que os haya gustado el reportaje. Un abrazo a todos y espero que algún año haya quedada en las Rocosas. Hacer uno de estos itinerarios con vosotros sería estupendo.