Bueno, la temporada comienza y aquí me tenéis de nuevo. Tengo preparados unos cuantos articulillos que giran en torno al tema de las sensaciones (el de mi próximo librillo). Pero antes os pondré en antecedentes.
Como sabéis, no me gusta mucho la preocupación excesiva por la técnica en el aprendizaje del esquí. Por eso escribí un librito que iba poco de técnica y más de la manera de concentrarse en los objetivos que perseguimos, con instrucciones sencillas y comprensibles (como, por ejemplo, pensar en los pies).
Este librito también hablaba algo de sensaciones y, para escribir el siguiente, me decidí a profundizar en el tema. He encontrado por ahí una nueva tendencia, en algunas escuelas de esquí, que me ha gustado. Antes, la enseñanza se centraba en la forma final, en el gesto; ahora, la enseñanza se está focalizando en el alumno, la persona. Antes se hablaba de la técnica casi como algo sagrado, y hoy se empieza a hablar de ella como “una mera descripción objetiva del modo de llevar a cabo los movimientos”. “La técnica no es lo que enseñas” - he leído por ahí en el trabajo de algún entrenador conocido – “lo que enseñas son herramientas, medios”. En la experimentación de las sensaciones adecuadas podemos encontrar algunos de esos “medios”.
Muchas veces nos decimos tras una bajada ¡así era, esto es! Si somos capaces de recrear luego esas sensaciones positivas, probablemente seremos capaces de reproducir los mismos movimientos que nos han hecho esquiar con eficiencia. Igual suena difícil, pero bueno, en los artículos de esta temporada trataré de dar algunos trucos para que seamos capaces de detectar las sensaciones que nos benefician y, lo mejor de todo: veremos que no hay que pensar, ni esforzarse, ni ser un genio del deporte para obtener las sensaciones sino, simplemente, buscarlas, y disfrutarlas.
¡Feliz comienzo de temporada y muy buenas huellas para todo el año!
Carolo © Diciembre de 2003