El objetivo, según explicó Iglesias en su intervención, es facilitar la gestión del túnel, potenciar la inversión a través de fondos europeos para mejorar la infraestructura, y conseguir que permanezca abierto permanentemente para fomentar las tradicionales relaciones comerciales y de vecindad que une a ambos territorios, el valle aragonés del Sobrarbe y el departamento galo de los Altos Pirineos.
El Comité Ejecutivo del Consorcio, integrado por seis representantes de cada territorio, tenía previsto celebrar hoy mismo su primera reunión para acordar la solicitud de fondos europeos del programa Interreg con los que financiar obras en el túnel y en sus accesos. En total, el Consorcio prevé invertir a lo largo de los próximos años un total de 15 millones de euros en la mejora de este paso transfronterizo y sus accesos desde Francia (6,1 km) y España (4,5 km). Las obras proyectadas incluyen un sistema de ventilación, alimentación eléctrica, vídeo vigilancia y detección de accidentes, y un plan de gestión técnica centralizada que permita actuar con eficacia y rapidez.
La estructura del Consorcio, que tendrá un presupuesto anual de 1,2 millones de euros para su funcionamiento, se apoya en un Comité Ejecutivo, un director y un presidente, cargo este último que ocuparán los mandatarios políticos de ambos territorios de forma rotatoria por un periodo de dos años.
El Gobierno aragonés, al margen de las inversiones contempladas a través del Consorcio, ha destinado en los últimos meses 5,5 millones de euros a obras de mejora de los accesos al paso de Bielsa en su vertiente española, con el fin de potenciar el uso de esta infraestructura de comunicación transfronteriza, por la que en la actualidad circulan alrededor de mil vehículos al día (60 pesados), y el doble en los meses de julio y agosto.
Iglesias apuntó que uno de los objetivos que persigue el Consorcio es la formalización de acuerdos con las tres estaciones de esquí que se ubican en la vertiente francesa del túnel, además de potenciar la ocupación de las plazas hoteleras en el valle del Sobrarbe a lo largo de los inviernos a fin crear un flujo turístico que beneficie a ambos territorios.