Pocas pegas se le puede poner al 'snowfarming', la técnica que consiste en almacenar nieve del invierno o la primavera, guardarla en depósitos durante el verano, y al final de otoño sacarla para extenderla por alguna pista o varias para poder garantizar el inicio de la temporada de esquí con algunas instalaciones mínimas.
El 'snowfarming' es una técnica ancestral que se ha llamado de muchas maneras a lo largo de la historia. Ya fuera neveros, cuevas de hielo o almacenes de nieve. Antiguamente se hacía servir para poder enfriar alimentos en verano, conservar equipamiento sanitario o incluso elaborar helados artesanales. Aquel 'tesoro blanco' se bajaba de las montañas a las ciudades para convertirse en manjar de los más pudientes. La invención de las neveras y refrigeradores dejó en el olvido este negocio.
Siglos más tarde en Finlandia a alguien se le ocurrió que esto podría ser buena idea para poder abrir antes las estaciones de esquí. Mikko Martikainen fundó la empresa Snow Secure Oy y comenzó primero con la técnica ancestral de cubrir la nieve con serrín, pero esto aunque permitía llegar al otoño con una buena cantidad almacenada, también provocaba demasiado deshielo.
Hoy la técnica ha mejorado enormemente. Ahora se usan telas confeccionadas con tejidos de alta tecnología que permite mantener la nieve debajo a temperaturas bajas. Se calcula que ya se pierde tan solo algo menos del 10%. En países como Finlandia es algo muy habitual que les permite abrir sus estaciones de esquí ya en octubre. Ruka, Levi, Ounasvaara, Suomu e incluso Laajis, más al sur del país, abren ya cada año gracias al 'Snowfarming'.
Como se crea un depósito de Snowfarming
Noruega también se ha empezado a apuntar e incluso se ve ya en los Alpes, donde Kitzbuehel acondiciona un par de pistas cada otoño haciendo la competencia a los glaciares. Muchas selecciones nacionales prefieren entrenar allí que hacerse largas carreteras de curvas hasta alcanzar los remontes situado en los glaciares. Tambien se usó en países más complicados como Corea del Sur para garantizar los Juegos Olímpicos de PyeongChang 2018, y años más tarde en los Pekin 2022.
La FIS incluso recomienda tener depósitos de nieve para garantizar que se pueda cubrir algún tramo en caso de necesidad (a excepción de inviernos tan complicados como el que hemos pasado). Es el caso de Soelden o aquellas etapas colocadas en noviembre y diciembre en el calendario de la Copa del Mundo de esquí alpino. No haber tenido un sistema de 'Snowfarming' es lo que provocó la cancelación el año pasado de los dos Descensos de Zermatt-Cervinia, el primero de la historia entre dos países.
Sierra Nevada se quiere sumar al Snowfarming. No para abrir tan pronto, sino para poder garantizar que los hace para el Puente de la Inmaculada. Así lo desvela hoy el diario granadahoy.com/ donde podemos leer que la Junta de Andalucía ha licitado por 120.000 euros el diseño, transporte, suministro, montaje y mantenimiento de depósitos de nieve hasta un total de 15.000 m3, lógicamente dentro del espacio esquiable de la estación y junto a la pista que se quiera cubrir, igual que hacen en Finlandia.
Según han indicado fuentes de Cetursa-Sierra Nevada a Granadahoy,
"El snow farming es un sistema de conservación de nieve de una temporada para otra muy extendido en las estaciones de esquí más punteras de los Alpes y Escandinavia. Es una medida más para garantizar en los inicios de temporada una base mínima para acondicionar puntalmente una pista.
La renovación de la totalidad de los cañones de nieve producida (que se culmina esta temporada una sustitución que arrancó hace cuatro campañas) y la sustitución de un nuevo centro de transformación de nieve producida van en la misma línea.
En ese sentido, Sierra Nevada, que viene siendo vanguardia desde hace un lustro en inversión tecnología y actuaciones que garanticen el mejor funcionamiento de la estación, ha licitado este servicio para usarlo cuando las acumulaciones de nieve, al final de una temporada, lo permitan.
Una vez concluida la temporada, se valorará si es viable su aplicación este año de cara a la siguiente o, lo que parece actualmente más probable, empezar ya en 2024 para la campaña del mes de diciembre de ese año."
La estación de esquí de Candanchú ya hizo unas pruebas en 2018. Lo hizo de forma más artesanal, cubriéndola con paja y serrín. Almacenó unos 15.000 m3, y cuando se destapó en otoño se había perdido el 50%. No estaba nada mal teniendo en cuenta que era la primera vez que se hizo, que la latitud no es la misma que los países escandinavos y que no se usaron tejidos técnicos.
En Sierra Nevada quieren ir un poco más allá, y según los pliegos técnicos de la licitación, piden que se logre conservar el 70% de la nieve almacenada. Si se pierde más, la empresa adjudicataria se quedará sin los 120.000 euros y además deberá llevarse el material usado para crear el depósito.
De todas maneras, Cetursa pagará el 50% de los costes al comenzar la operación, y una vez se destape el depósito de nieve, si se ha mantenido ese 70%, se pagará el resto de la factura.
Si funciona, se contratará cada temporada. A no ser que haya sido tan mala que no se pueda garantizar un mínimo de nieve. La recogida será entre finales de abril y mayo. Este año por ejemplo la situación es tan precaria, que difícilmente se podría recoger esos 15.000 m3. En caso así, Cetursa avisaría con tiempo suficiente.
Con todo, pese a que no se usa más que nieve que ya está en el monte y se almacena en instalaciones de la propia estación, se necesita una serie de permisos de obra, con lo que hasta que no estén autorizados no se podrá empezar. En caso de que lo podamos ver este año, nos encontraremos con un depósito de unos nueve metros de alto, otros 18 de ancho y 60 de largo.
Todo ellos cubierto por lonas convenientemente ancladas al suelo para evitar que un temporal se la pueda llevar y alguien se pueda llevar la sorpresa de que nieva en Monachil en pleno verano.
