Unas navidades con tres puentes festivos han permitido, a pesar del tiempo cambiante, que las estaciones aragonesas hayan recibido a más de 240.000 esquiadores en estas fiestas. Ésa es precisamente la cifra global de forfaits vendidos en las cinco estaciones del grupo Aramón, a la que habría que sumar los datos de los centros invernales de Astún y Candanchú, que aunque no han ofrecido números concretos sí han contabilizado una afluencia superior al año pasado, similar a la de hace dos temporadas.
Para Aramón, el balance de las visitas desde Nochebuena hasta Reyes “es muy positivo, las cifras son muy buenas y están incluso por encima de las que habíamos previsto”, ha explicado el director del grupo, Mario Ortiz. La mayor estación de Aragón, Formigal, ha registrado el mayor índice de afluencia con 116.000 esquiadores. El resto se reparten entre los 65.000 de Cerler, los 35.000 de las estaciones turolenses de Javalambre y Valdelinares, y los 22.000 de Panticosa, el último centro que abrió sus puertas.
A partir de ahora se prevé un descenso en la afluencia de personas para practicar esquí y las miradas ya están puestas en el puente de San Valero, a finales de este mes. “Es de transición entre una gran fiesta y el resto de la temporada pero confiamos en que si las circunstancias climatológicas siguen acompañándonos podamos firmar un año bueno o muy bueno al final de la campaña”, ha puntualizado Mario Ortiz.
No habiendo abierto, simplemente la podemos calificar de buena”, ha apuntado Pita, quien ha matizado que “ha sido un buen arranque de temporada con buenas perspectivas para el futuro”. El camino se podría remontar a partir del próximo viernes. Según ha explicado el director comercial de Astún, “este fin de semana los Reyes han traído agua en vez de nieve pero nos han prometido que el viernes nos caerá una buena nevada y el fin de semana hará buen tiempo, con lo cual podría ser uno de los mejores de la temporada”.
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