El nombramiento de Barbara Martin Coppola como directora general de Decathlon en enero del año pasado, en sustitución de Michel Aballea, que llevaba en el cargo desde 2015, va a traer muchos cambios a la mayor empresa de material deportivo de mundo.
Creada en 1976 por Michel Leclercq, quién abrió su primera tienda en la localidad de Englos (Francia), hoy Decathlon tiene una economía muy saneada gracias a los más de 15.000 millones de euros que factura anualmente, y a su crecimiento de más del 20% en el último ejercicio.
En 2019 trazaron una nueva estrategia, la de crear más marcas (y submarcas). Prácticamente una por cada deporte. Y aunque no les ha ido mal y la facturación ha seguido creciendo, la iniciativa no ha sido del todo la esperada, por lo que el pasado 7 de julio la nueva Directora anunció entre otros objetivos, que van a hacer desaparecer una treintena de las más de 50 marcas con las que cuentan actualmente en sus grandes almacenes.
“Los resultados están ahí pero hemos perdido eficiencia. Hacer que existan 49 marcas es un proceso demasiado engorroso, sin mencionar el desafío logístico de una cartera tan fragmentada”
El objetivo es que cuando un cliente entre en una de las tiendas de Decathlon, se encuentra con no más de 12 marcas. Así, entre las que desaparecerán para ser absorbidas por otras de las que se quedarán están Artengo (deporte de raqueta), Wedze (esquí), Elops (ciclismo), Olayan (surf), Fouganza (equitación), Nyamba (Pilates) y Sandever (tenis playa). Y se quedarán las siguientes:
- Quechua (equipo de eenderismo y campamento),
- Domyos (fitness & Sport de combat),
- Tribord (deportes acuáticos),
- B'Twin (ciclismo y movilidad suave),
- Kipsta (fútbol y otros deportes de equipo),
- Inesis (golf y otros deportes de precisión),
- Caperlán (equitación),
- Solognac (caza),
- Van Rysel (bicicleta de gama alta y de carretera),
- Kiprun (correr),
- Simond (alpinismo),
- Decathlon (multideportes).