El esquí aragonés ha pasado de la euforia al pesimismo en apenas unas semanas. La concesión de los Fondos Europeos para unir tres de sus estaciones abría la oportunidad para un viejo proyecto largamente esperado desde hace más de 20 años. El objetivo es hacer frente a la competencia de otras estaciones como Baqueira o Grandvalira Resorts, que a base de ampliar y unirse están logrando cifras históricas de esquiadores.
Pero Aragón parece condenada a ser el 'patito feo' del Pirineo. Mientras en Andorra ya se anuncia la conexión por remontes y pistas de las estaciones de Pal y Arinsal, o en Lleida la ampliación de Baqueira por el Pallars, en Huesca todo son palos en las ruedas.
Ante esta situación, entidades que pidieron Fondos Next Generation, se reunieron este lunes en Zaragoza para trazar un 'Plan B' que les permita mantener los Fondos Europeos y no perderlos en caso de que el asunto se atasque en Europa. Y si un caso, volver a pedirlos más adelante.
Lo explica hoy elperiodicodearagon.com, donde se puede leer que El clúster y las comarcas de La Jacetania, Somontano, Ribagorza, Hoya de Huesca, Tarazona, Cinco Villas, Bajo Cinca, Ribera Baja, Cuencas Mineras, Gúdar-Javalambre, Campo de Belchite, Alto Gállego, Jiloca, Daroca, Maestrazgo y Bajo Aragón se reunieron el pasado martes en Zaragoza para buscar una segunda vía a la unión de estaciones.
El objetivo es no perder los más de 57 millones de euros en Fondos Europeos, todo un dineral para estas pequeñas poblaciones de montaña, que deberían permitir poder sacarlas del 'aislamiento' en servicios que padecen actualmente.
La procupación es tal, que por primera vez todas se avinieron a firmar un documento en el que se insta a averiguar de forma inmediata la posibilidad real de cambiar el destino de los fondos.
Además, van a sacar del cajón los proyectos que se presentaron en su momento y acabaron desestimados. Desde elperiodicodearagon.com/ se apunta que había unas 25 propuestas más.
Otro de los acuerdos alcanzados por todos, es pedir a la DGA y la Diputación de Huesca que comprueben de manera técnica la posibilidad real de llevar a cabo estos dos proyectos dentro del plazo estipulado, que es antes del 31 de diciembre de 2024 en el caso de la conexión entre Candanchú a Astún y de la misma fecha pero de 2025 en el del remonte que sigue hasta Formigal.
A todo esto hay que tener en cuenta que según explica el diario aragonés, el Clúster de Turismo Sostenible de Aragón (entidad que reune a unas 40 empresas de este sector, industrial y financiero) se había mostrado crítico con este reparto de ayudas acusando de «trato de favor» al esquí ante las menores subvenciones que se llevaron proyectos en el Maestrazgo, Daroca o Zaragoza.