Esta temporada de esquí que acaba de cerrar Valgrande-Pajares quedará para siempre en la historia, como un 'antes y el después' para la estación, gracias a la puesta en marcha del telecabina Cuitu Negru. El nuevo remonte ha significado todo un revulsivo que ha impulsado notablemente la afluencia de visitas.
Según un estudio de la Cámara de Comercio de Oviedo, esta temporada han pasado por Valgrande Pajares unas 100.000 personas. Una cifra bastante superior que la que fijaba el informa de Valor Agregado Bruto (VAB ) relizado en 2020, que indicaba la necesidad de que llegasen entre 75.000 a 100.000 usuarios para amortizar el telecabina. Según indica a La Nueva España Carlos Paniceres, presidente de la Cámara
"Se han cumplido la mejor de las previsiones. Esto supone doblar el número de personas que acuden al Brañillín, que suele ser de una media de 50.000 al año."
Por su parte, Ignacio Iglesias, director del Área de Desarrollo Empresarial en la Cámara, ha analizado el impacto y las sensaciones del sector turístico en Lena y los parámetros de econometría, y según asegura a La Nueva España,
"el impacto económico de la telecabina en el valle de Lena es ya de 12 millones de euros adicionales, es decir, 12 millones de euros más que otros años, con lo que esta temporada ya se podría dar por amortizados los 9,7 millones de inversión que costó el nuevo remonte.
Además, se han generado 200 nuevos puestos de trabajo".
Para llegar a estas conclusiones se ha realizado mucho trabajo de campo, hablando con la estación y con las empresas de la zona, con los restauradores y los responsables de alojamientos turísticos. Todas estas empresas aumentaron su facturación en los meses de enero y febrero y tienen previsiones de una ocupación muy alta para lo que queda de marzo y Semana Santa".
Y es que pese a que la temporada de esquí se ha tenido que cerrar por falta de nieve suficiente, el telecabina sí se mantendrá operativo los sábado y domingo y los festivos de la Semana Santa. Y es que este era uno de los objetivos de este nuevo telecabina de Valgrande-Pajares, la desestacionalización.
No obstante, todos los actores coinciden en que el turismo de esquí deja mucho más dinero en ingresos, y que de haberse podido estirar la temporada como el año pasado, el impacto hubiera sido mucho mayor.
Este invierno al final se ha podido abrir al esquí dos meses, unas 60 jornadas por las cerca de 130 de la pasada temporada de nieve. Es verdad que fue una campaña anómala, en que comenzó el 2 de diciembre, aprovechando el Puente de la Inmaculada, los días de navidad y hasta la Semana Santa.
Además de la falta de nevadas, también se ha acusado la ausencia del sistema de producción de nieve. Se dañó cuando se instaló el telecabina por el paso de camiones, y no se ha podido reparar todavía. Algunos esquiadores aseguran en elcomercio.es/ que llevan años esquiando en Valgrande-Pajares, y que de haber funcionado se podría haber estirado la temporada.
Sin embargo en el mismo diario, los clubes no están de acuerdo con esto, y aseguran que la fuerte subida de temperaturas de estos días hubiera impedido poner en marcha el sistema de producción de nieve en Valgrande-Pajares.
Quizás tengan razón los dos, y lo que ha faltado es poner en marcha la producción de nieve cuando se podía, en previsión de un cambio de condiciones para esta segunda quincena del mes de marzo, algo que suele ser habitual, a excepción de algún año como el pasado.
En todo caso hay un común consenso en que los días que se ha podido esquiar, se ha hecho en muy buenas condiciones, con una nieve estupenda y con ganas de repetir el año que viene.
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La modernización de remontes es una primera fase para revitalizar Valgrande Pajares