Hay estaciones de esquí donde la cola para subirse al remonte es tan enorme, que cuando el pasajero llega arriba, baja tranquilamente para saborear sin prisas una pista a la que ha costado tanto llegar. Y esto es más o menos lo que pasaba en Valgrande-Pajares hasta la llegada del nuevo telecabina Cuitu Negru. Y es que ahora se puede esquiar el triple que el año pasado.
Así lo aseguran los gestores de la estación de esquí asturiana, quienes aseguraron a La Nueva España que
Aunque dejan claro que no son todos, lo cierto es que cada accidente se hace notar, y para evitar una desgracia mayor, han iniciado una campaña de sensibilización para advertir de los peligros de correr tanto en pista. Javier Martínez, director del complejo, pone un ejemplo al diario La Nueva España:
De todas maneras ni hay una normativa que indique la velocidad máxima a la que se puede bajar por una pista, ni en caso de que existiese se podría aplicar, ya que los esquiadores no cuentan con un velocímetro que permita saber este dato. Por tanto, los pisters, que son los que pueden controlar el comportamiento en pistas, pueden avisar al esquiador, pero poco más.
De todas maneras, en estos últimos años han aparecido aplicaciones que indican la velocidad a la que se esquía. En algún caso, incluso se puede saber a tiempo real si se tiene por ejemplo uno de esos cascos que indica los datos en la visera. Un complemento que, aunque existe desde hace unas cuantas temporada, apenas se ve en el mercado.
De todas maneras Martínez pide que se haga un uso responsable de las pistas de esquí. Que no son estadios de competición, sino espacios turísticos donde se junta todo tipo de esquiadores y snowboarders, desde los expertos, a los debutantes, infantiles, seniors o familias.