La ministra de Turismo, Arte, Cultura y Deporte de la Columbia Británica, Lisa Beare, anunció en un comunicado este jueves que la provincia se niega a apoyar la candidatura de Vancouver 2030, afirmando que
"Sé que la perspectiva de albergar estos Juegos es emocionante para deportistas y aficionados. Pero la provincia tiene la responsabilidad de sopesar los beneficios, costos y riesgos potenciales del proyecto. Hay miles de millones de dólares en costos directos y posibles riesgos de responsabilidad de garantía e indemnización en este proyecto, lo que podría comprometer la capacidad de nuestro gobierno para lidiar con las presiones que enfrentan los residentes en este momento.
La candidatura fue estudiada durante más de un año, pero el Gobierno quiere centrarse en el costo de la vida, la atención médica, la vivienda, la seguridad pública y la creación de una fuerza laboral fuerte.
Simplemente creo que es el momento equivocado. Es un gasto extraordinario para la gente de la Columbia Británica"
La candidatura de Vancouver 2030 estaba siendo impulsada por las naciones indígenas Líl̓wat, Musqueam, Squamish y Tsleil-Waututh. También contaba con el apoyo del Comité Olímpico y paralímpico Canadiense y los municipios de Vancouver y Whistler.
Al parecer, según se desprende de algunas declaraciones realizadas por Lisa Beare posteriormente, están más interesados en llevar adelante con garantías sus compromisos con la Copa del Mundo de Fútbol 2026 que se disputará en varios estadios de Canadá, Estados Unidos y México. La provincia de British Columbia organizará partidos en el BC Place con capacidad para 54.000 espectadores.
Solo dos candidaturas
La renuncia de la candidatura de Vancouver deja la carrera por los Juegos Olímpicos con tan solo dos contendientes, aunque también con pocas garantías.
La candidatura de Sapporo ha quedado contaminada por un caso de corrupción en la organización de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Pese a que era la aspirante favorita, este asunto empaña la iniciativa. Tampoco tiene todo el respaldo de Gobiernos locales y prefacturas.
Salt Lake City es quien lo tiene mejor, pero no los quiere para 2030 porque son demasiado cerca de los Juegos Olímpicos de Verano en Los Angeles 2028. Esto compromete mucho los patrocinios, ya que las empresas hacen un enorme esfuerzo de inversión en publicidad que esperan rentabilizar a lo largo de los siguientes 4 años.
Que se organice en 2030 otros Juegos en el mismo país no parece lo más conveniente. Por eso los organizadores de Salt Lake City aunque aseguran que están preparados para esa cita, han hecho saber que prefieren la de 2034.
Ante esta situación cada vez está más claro que el COI dará los Juegos Olímpicos de 2030 a Sapporo y los de 2034 a Salt Lake City. Dos seguidos como ya hizo con los de verano otorgando la victoria de París 2024 y Los Angeles 2028.
Por otra parte queda patente también el poco interés por los Juegos Olímpicos de Invierno. Un evento que prácticamente solo tiene audiencia en el hemisferio norte. De hecho para los de 2022 solo se presentaron Pekín (China) y Almaty (Kazajistán). Mientras que para los de 2026 también eran dos las opciones: entre Milán-Cortina d'Ampezzo y Estocolmo.