El mercado de las marcas de esquí puramente americanas está muy atomizado. A excepción de K2 Skis, no hay ningún gran fabricante. El ecosistema se nutre de pequeñas fabricas independientes de ninguna gran corporación cuya sede está en algún garaje, la parte trasera de una tienda de material de invierno, y los más afortunados en alguna nave alquilada.
Son esquís muy apreciados por los esquiadores más apasionados de los Estados Unidos. La producción de estos pequeños talleres suele ser pequeña, entre unas decenas al año, a los que han logrado pasar a algún centenar o incluso alguna marca está logrando pasar la barrera de los 1.000 a 2.000 pares al año. Parece un límite ya casi infranqueable, ya que se trate de material realizado a mano, con la ayuda de alguna máquina de taller, pero nada robotizado como vemos en los grandes fabricantes europeos.
Los precios no son los mismos lógicamente. Así que son las marcas austriacas y francesas los que siguen dominando fuertemente el mercado americano. Pero hay muchos de estos pequeños talleres independientes que en su conjunto son capaces de vender miles de esquís por temporada. Además a un cliente fiel que suele cambiar de material cada año.
Una de estas marcas es Moment Skis. Fundada por Casey Hakansson y Luke Jacobson en un garaje de Reno (Nevada, Tahoe) en 2003, primero se dedicaron a las tablas de snowboard, pero rápidamente se pasaron a los esquís. Una tendencia que se vio en un montón de fabricantes nacionales.
Del garaje tuvieron que pasar a una nave alquilada de 700 m2, con las limitaciones que supone eso. Con el incremento de la producción muchas máquinas no cabían, los esquís se acumulaban en pasillos y por donde se podía y el material para fabricar los productos debía almacenarse como se podía.
Hace unos meses se pusieron manos a la obra para levantar de cero su propia fábrica de esquís. Un gran salto que les ha permitido pasa de aquellos 700 m2 a los casi 2.000 m2.
De esta manera han podido configurarla conforme a sus necesidades actuales, y porque no, también futuras. Su intención es seguir creciendo un 20 a 30% anualmente. De hecho hoy por hoy es la marca independiente más grande de los Estados Unidos.
Ahora hay tanto espacio que incluso han podido crear una sala de exposición donde se podrá ver los esquís más icónicos de la que ellos aseguran es, "la pequeña marca de esquís más grande del mundo". Curiosamente situada en Reno, la que es considerada también, "la pequeña ciudad más grande del mundo".