En España se roban de media unas 35 bicicletas diarias. Al menos de las que se tenga constancia por que el propietario ha puesto denuncia. En estos últimos 10 años se calcula que la sustracción ha ascendido a casi 223.000. Pues bien, dos de ellas desaparecieron hace una semana y por alguna razón el dueño logró que fuera noticia de alcance nacional.
El diario El Mundo explicaba hace dos días el caso de un dueño con las iniciales J.G.F, que denunciaba que dejó sus dos bicicletas valoradas en más de 16.000 euros a un mecánico de confianza que trabaja en la estación de esquí de La Pinilla pero que cuando trató de recuperarlas le costó encontrar a este hombre. No respondía a sus llamadas y cuando lo intentó con otro teléfono móvil contestó diciendo que estaba en Andorra.
Le había dejado las dos bicicletas para hacer una revisión por valor de 700 euros entre las dos. Pero finalmente descubrió que acabaron vendidas por 3.000 euros cada una a través de Wallapop y de Cash Converters.
El diario El Mundo habló con el mecánico, quién confirmó que efectivamente este hombre le dejó dos bicicletas de alta gama para revisar pero que tras cobrar los 700 euros se las entregó.
J.G.F sabe que está trabajando en la estación de esquí de La Pinilla, pero su círculo de amistades le ha recomendado que no vaya a verle.
"El tío sigue trabajando en La Pinilla, pero me han recomendado no ir para no cabrearme".
De esta manera hay dos partes en esta historia. Uno que dice que le han robado dos bicicletas y otro que asegura que las entregó tras el pago por el servicio. Pero por otra parte desde su entorno legal justifica que cerró el antiguo taller y ahora tiene otro nuevo.
La estación de esquí de La Pinilla ha querido desvincularse del caso con un comunicado en las redes sociales en las que explica que hasta que no haya un dictamen judicial no puede hacer nada. De esta manera el presunto ladrón de bicicletas continua trabajando en este centro de montaña que en verano se convierte en Bike Park y el presunto estafado asegura que seguirá yendo a la misma estación.
En las redes sociales mucha gente se pregunta cómo es que no va a hablar con el mecánico o qué pasará el día que vaya al bike park de la estación de esquí y se lo encuentre porque J.G.F asegura que cuando se le pase la pena volverá a comprarse otras dos bicicletas, una para él y otra para su hijo.
"Este verano estoy pasando el duelo. Es como cuando fallece una mascota. La gente que no tenga bicicletas no lo entenderá. Cuando se me pase el dolor acabaré comprando otra. Sigo sin saber qué le pasó a este mecánico por la cabeza para hacer algo así: Volveré a La Pinilla, no voy a dejar de hacer cosas que me gustan porque gente mezquina haga estas cosas. Sólo faltaría".
En todo caso será la justicia la que dictamine quién de los dos tiene razón. J.G.F. ya ha puesto la denuncia pertinente y ya debe estar preparándose para cuando se encuentre a este mecánico en La Pinilla y retener su cabreo...