Poco esquiadores en la historia podrán decir que han vivido una experiencia que casi nadie podrá repetir: esquiar mientras la tierra tiembla por un terremoto. Esto es lo que ha sucedido este miércoles por la mañana en Australia.
Y es que un terremoto de magnitud 5,9 en la escala de Richter ha sacudido en la mañana de este miércoles el sureste de Australia, golpeando en concreto el estado australiano de Victoria donde se concentran la mayoría de estaciones de esquí de este país.
El sismo se ha producido cerca de Mansfield, a unos 200 kilómetros al noreste de Melbourne, capital costera del estado, según el Servicio de Emergencia del Estado de Victoria, que ha informado de posteriores réplicas que se han sentido de forma generalizada. En concreto, la agencia gubernamental de información sobre terremotos, Geoscience Australia, ha precisado que se ha registrado un primer terremoto de magnitud 5,9 a las 9.15 horas (hora local), y se ha dado otro posterior, de magnitud 4, a las 9.33 horas (hora local). Finalmente, un tercer seismo de magnitud 3,2 se ha notificado a las 9.54 horas (hora local), según informa el portal australiano News.
Los residentes en Victoria han informado de fuertes temblores y oficinas evacuadas a causa del suceso que ha dejado daños importantes, especialmente en Melbourne, si bien aún no se han reportado víctimas. Los efctos del terremoto también se han hecho sentir en las pistas de esquí que todavía se mantienen abiertas en Australia, que ha decidido alargar un poco más la temporada después de que un nuevo brote de COVID obligara a cerrarlas de nuevo, ya que cerca del 70% de su población sigue sin vacunarse contra el COVID.
Las autoridades han pedido a los habitantes de que se preparen para nuevas réplicas aunque han informado de que "no hay amenaza de tsunami".
Además de residentes en el estado de Victoria, otros como los de la ciudad de Dubbo, en el estado de Nueva Gales del Sur, o Sídney, capital de la misma región, o en la capital del país, Canberra, han indicado que han sentido temblores.
Según GeoNet, con sede en Nueva Zelanda, se trata del mayor terremoto ocurrido en Australia desde 1997. El servicio de vigilancia añadió que los terremotos son relativamente poco frecuentes en este país.