En 1963, el esquiador austriaco Egon Zimmerman dio un salto sobre un Porsche 356. La foto, gracias al cañón de nieve excavado tras una avalancha, se utilizó posteriormente en varias ocasiones para promocionar la marca alemana, quien ha decidido este año recrearlo con la ayuda de otro esquiador, el noruego Aksel Lund Svindal. Ambos corredores tienen en común haber llevado el número 7, además de haber ganado medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Invierno y, en general, como casi todos los mortales, ambos comparten la misma pasión por esta firma de automoción, tal como relata el esquiador escandinavo:
"La foto de esa época fue perfecta. Hay mucho Porsche en esa toma. Para mí, que he sido fanático de Porsche desde la infancia, es el mensaje: hay que ser audaz y siempre probar cosas nuevas. Y eso es exactamente lo que estamos haciendo ahora"
Esta vez, sin embargo, Porsche ha elegido otro modelo de la marca que marca un nuevo comienzo para la firma alemana. En un cañón de nieve tallado en un camino nevado de una montaña, Svindal recreó la imagen que se había vuelto tan famosa usando esta vez, un Taycan. Lutz Meschke, vicepresidente del consejo de administración de Porsche AG, explicó que
La nueva interpretación de la histórica foto del salto representa la tradición pero, por supuesto, también estamos avanzando a toda velocidad en el desarrollo de innovaciones en sintonía con el futuro. Así que la hazaña que hemos logrado es para todos nosotros mucho más que un simple tributo al salto de Egon Zimmerman. Para nosotros en Porsche, realmente simboliza un puente entre el pasado, el presente y el futuro”.
Para la ocasión, Porsche invitó a Karlheinz Zimmermann, el hermano más pequeño de Egon, y también a uno de sus sobrinos, Michael. Ambos pudieron ver la toma de fotos. El resultado es realmente impresionante, especialmente para los herederos de Zimmerman, que fallecio hace unos años, y vieron con asombro mientras Svindal mucho más alto.