Y aunque tres años son muy pocos para tomar datos decisivos, si se puede decir según las imágenes, que el glaciar se ha ido recuperando del demoledor 2019, en el que una gran ola de calor se llevó por delante mucha de la nieve.
En cambio 2020 le fue mejor en cuanto a las nevadas. Y este 2021 las temperaturas han sido más bajas que otros veranos. A esto se suma que durante el pasado invierno no se vieron esquiadores por las pistas del glaciar, lo que al parecer ha permitido mantener mejor la nieve.
Sí se ha visto en cambio más esquiadores este verano de 2021. Después de una temporada de invierno cerrada totalmente durante todos los meses, finalmente el pasado mes de mayo el Gobierno francés permitió la puesta en marcha de los remontes para las actividades de esquí.
Muchos de los esquiadores y aficionados a los deportes de invierno que no ha podido estrenar su material en invierno, decidieron aparcar unas semanas más sus vacaciones en la playa y subieron hasta el glaciar de la Grande Motte.
El resultado es que desde el 19 de junio al 1 de agosto, se vendieron 19.000 forfaits, cuando en el mismo periodo de año pasado se despacharon 13.000 jornadas. Es decir, que este verano de 2021, el incremento ha sido de un 30% respecto al de 2020.
La buena asistencia de este verano se explica por la gran presencia de clubes y esquiadores de competición que no pudieron seguir su entrenamiento habitual este año. También se han visto federaciones internacionales, como la sueca, que fue a la Grande Motte a entrenar en esquí de fondo. Desde la estación reconocen que este tipo de cliente representa el 80% de su público en el glaciar.