Al llegar a la terminal de salida del Madlochbahn, el remontero te ofrecía una manta por si necesitabas resguardarte de los rigores meteorológicos. Y esto era así desde que se inauguró en 1967. Por aquel entonces Lech era una estación vecina de Saint Anton Arm Alberg pero alejada. Hoy las sucesivas ampliaciones y mejoras en remontes las han ido conectando, manteniendo eso si, cada una su personalidad. Mientras una sigue siendo la zona de marcha con su MooserWirt Krazy Kanguruh, la otra mantiene una zona para familias y más relax.
Pues bien, es en esta última estación, la de Lech , donde este verano se van a cambiar dos remontes. Uno de ellos el Madlochbahn que después de 50 años de servicio y más de 12,5 millones de viajes, hace tiempo que no se ajusta a la imagen que quiere dar este complejo invernal. Lento y con tan solo dos plazas, podía formar colas en periodos punta de las vacaciones.
Eso si, da acceso a una de las zonas más bonitas de la estación, con grandes vistas y pistas amplias y sinuosas que permiten contectar con el sector de Weiße Ring. El nuevo telesilla de seis plazas seguirá la misma linea que el veterano Madlochbahn, solo que ahora se alcanzará la cota de 2.446 metros en tan solo cinco minutos, es decir, en la mitad de tiempo, y con el triple de capacidad por silla.
Datos técnicos del nuevo Madlochbahn
- Cota salida: 2161 metros
- Cota llegada: 2.446 metros
- Longitud: 1.520 metros
- Desnivel: 285 metros
- Tipo: Telesilla con capota panorámica y calefacción
- Número de asientos: 6
- Velocidad: 5,5 m/s
- Tiempo ed viaje: 5 minutos
- Capacidad: 2180 pers./hora
- Fabricante: Doppelmayr
Nuevo Zugerbergbahn
También en Lech-Zurs se va a instalar este verano un nuevo telecabina de 10 plazas, que de nuevo reemplaza a un veterano telesilla con más de 50 años a sus espaldas. Cada cabina contará con 10 asientos y llevará a sus pasajeros hasta la cima en tan solo cinco minutos. Con esta teelcabina se podrá pasar de Arlberg a Zug rápidamente y disfrutando de unas maravillosas vistas gracias a su capota panorámica.
Las estaciones de salida y llegada se han hecho respetando al máximo el impacto ambiental. De hecho la terminal del valle está semienterrada en el suelo, mientras que la de montaña presenta madera y mucho acrsitalamiento.