No hay estación en el hemisferio norte que no haya pensado en cuanto se ha cerrado su temporada, que la próxima sea ya normal. Que si operar un invierno bajo la pandemia ha sido catastrófico, volver a repetir la misma experiencia seria la ruina segura. Pues bien, en el hemisferio sur se preparan para su.. ¡segunda campaña de turismo de nieve bajo la crisis sanitaria del COVID!.
El año pasado la pandemia les pilló de lleno. Cuando tenían que abrir en el mes de junio, el mundo estaba pasando una de sus peores crisis sanitarias en muchas décadas y la mayoría de países comenzaban a dejar salir a sus ciudadanos de sus casas. No estaban las cosas para permitir también que la gente se moviera a sus anchas por los países. Así que se cerraron fronteras y se impidió el turismo de larga distancia.
Si nos centramos en el esquí, en Argentina y Chile apenas se pudo abrir. Si lo hicieron Afriski (Lesotho) y Tiffindell (Sudáfrica) , y también Australia y Nueva Zelanda, aunque bajo estrictas condiciones de prevención al COVID. Mascarilla, distancia de seguridad, limitaciones de aforo y hasta el cierre total de las instalaciones, en el caso de los complejos invernales propiedad de Vail Resorts, que con 600 millones de dólares recién recaudados, prefirió echarse atrás y mantener el cerrojo puesto en sus remontes.
En Nueva Zelanda la gestión del COVID se llevó muy bien. Es lo que tiene ser una isla situada a decenas de miles de kilómetros del resto del planeta... excepto de su vecina Australia, de quien dependen mucho para llenar sus estaciones de esquí. Así que inventaron los viajes burbuja, un término que ahora tan habitual nos suena en nuestra parte del planeta, aunque asociado a la convivencia.
La experiencia funcionó 'de aquella manera'. La realidad es que pocos turistas se aventuraron a cruzar el mar que separa los dos países, así que las estaciones de Nueva Zelanda, aunque tenían permiso para abrir con normalidad, al final tuvieron que adaptarse a la situación. No llegaban turistas, así que la mayoría optó por cerrar entre semana, y centrarse en sábados y domingos, excepto periodos festivos.
La facturación cayó cerca de un 80%, y ahora parece que volverán a repetir la misma situación económica. ¿quién dijo que no se podría aguantar dos veces?
La operación burbuja ha comenzado de nuevo, pero con algunas mejoras. Habrá un sistema de 'semáforos' para las diferentes provincias australianas que medirán el nivel de contagios. Si estás en la parte con luz verde, podrás viajar sin prueba alguna.
De todas maneras Nueva Zelanda ha advertido que si se disparan los casos, se podría cerrar la frontera repentinamente, y que algún australiano podría quedar atrapado en el país. Desde luego, tampoco es que invite eso mucho a viajar!.
