Según la Oficina de Turismo de Courchevel, la pista se ha señalizado y balizado para hacerla segura. Se aprovecha de esta manera que se puede hacer vacaciones en las estaciones de esquí en Francia, siempre y cuando no se pongan en marcha los remontes.
Durante estos meses de una temporada que se están pasando más en blanco que nunca, mucha estaciones se las han ingeniado para tratar de captar turistas sin poder abrir remontes. Así, las hay que han puesto en marcha teleféricos y telecabinas que tienen un carácter de transporte urbano y por tanto estaban permitido abrir. De esta manera el trayecto del pueblo a las pistas por cable estaba asegurado, y una vez arriba algunos complejos invernales habilitaron pistas para trineos y otras actividades.
Las hay que han aprovechado un hueco legal para poder poner en marcha las cintas de debutantes y así poder ofrecer algunas clases. Métodos al fin y al cabo que han servido de parche pero que no han logrado atraer ni por asomo el volumen de tráfico de turistas que necesitan estos complejos invernales.
Courchevel también ha estado ofreciendo algunas actividades, a la que ha sumado la de esta pista, que ha permitido dar algunas clases. Eso si, una vez abajo, el alumno o esquiador, debía tomar un taxi si no tenía a mano algún familiar o amigo que le pudiese devolver a lo alto de la pista. Un trayecto de unos 10 minutos por carretera hasta el altipuerto, donde comienza esta pista azul.
Las vacaciones escolares comenzaron el sábado para algunos de los franceses, y las estaciones de esquí, a las que se les ha prohibido operar remontes debido a la epidemia de Covid-19, están tratando de establecer actividades alternativas para atraer turistas.