Durante toda la temporada de esquí, este dron permitirá al personal de control de la estación, analizar las condiciones de las pistas de esquí y la nieve, así como ayudar en las misiones de rescate en caso de una avalancha al proporcionar información valiosa a los patrulleros para evaluar la mejor respuesta de seguridad.
El dron cuenta con dos cámaras digitales, una térmica para identificar las fuentes de calor bajo de la nieve y una segunda que cuenta con un zoom muy potente (180x) para examinar cualquier parte de la pista de esquí desde la distancia. Por último, un altavoz permite transmitir instrucciones de seguridad a esquiadores demasiado intrépidos, si es necesario.
En cualquier momento, el dron puede dirigirse hacia una zona de riesgo o al terreno donde se ha desencadenado un alud. Será posible localizar de forma remota a las víctimas que hayan podido quedar atrapadas bajo la nieve y comunicarse con el equipo de rescate en el lugar, acelerando así los procedimientos de rescate.
Val Thorens ya estado formado a su personal de rescate para que obtengan las certificaciones necesarias para volar dichos dispositivos.