Claro que esta es una cantidad de esquiadores que ya quisieran ambos complejos durante la temporada. La realidad es que tan solo algunos periodos pico como los de navidad y fines de semana con buena garantía de nieve, se puede alcanzar cifras superiores a esos 4.000 pasajeros.
Aún así hay que estar preparados para esos momentos pico. Así que además de posiblemente limitar el aforo esos días, se está digitalizando el sistema de venta de forfaits para que se puedan comprar on-line. Porque una cosa que sí nos va a dejar la pandemia del coronavirus, es la modernización tecnológica en los procesos de compra y reserva de nuestras estaciones. Prácticamente ninguna dejará de tener su portal venta por Internet. Algo que quedará para la época post-COVID.
Con todo, la posible restricción en el aforo no debería asustar nadie, ya que ambos complejos invernales esperan perder el mercado del esquí escolar ante la posible anulación de la Semana Blanca.
No queda claro, ni en Asturias, ni en otras estaciones de esquí con frecuentes limitaciones de oferta esquiable, que pasará los días que un remonte no pueda dar acceso a cuatro pistas sino solo a dos por falta de nieve. Un momento en que la acumulación de personas será mayor en esas bajadas.
Lo que sí se sabe es que, tal como pasa e otras situaciones ordinarias del día a día en nuestro país, se deberá llevar la mascarilla puesta mientras se espera en la cola de los remontes y que habrá limitaciones también en la cafetería y restaurantes.
Con todo, la situación es grave especialmente para las escuelas de esquí, en general empresas pequeñas que dependen mucho de los cursillo escolares y de clientes que quieran aprender.