Andorra es consciente de que la economía no podrá soportar de nuevo lo que se ha vivido, sería letal para el país. En realidad ningún territorio tiene suficiente fortaleza para repetir una experiencia tan amarga en el ámbito humano y económico.
Nadie quiere pensar en un invierno sin temporada de esquí, sin turismo y con tiendas cerradas. Este escenario está completamente descartado por el Gobierno, que cree que un rebrote ahora sería muy diferente por diferentes motivos:
- la experiencia acumulada,
- el material sanitario disponible y
- el aprendizaje de la población, que sabe a qué se enfrenta.
Evidentemente esta posibilidad está sobre la mesa del ministro de Salud, Joan Martínez Benazet, que ya está trabajando sobre este supuesto de que, todo hay que decirlo, es una posibilidad.
Lo que es seguro es que la actividad económica continuará. Las empresas no cerrarán y se deberán seguir extremando las medidas de precaución. Es lo que en jerga científica se denomina "confinamiento quirúrgico", menos generalizado, que consiste en identificar a las personas más vulnerables y de mayor riesgo, así como las personas mayores, y mantenerlas nuevamente aisladas para evitar contagios que podrían ser muy graves , en algunos casos mortales.
El ministerio da por hecho que ante un rebrote importante el país está preparado para hacerle frente. La pandemia llegó con 17 respiraderos en el hospital, ahora hay 45 (entre los adquiridos, los que había y los recuperados), y la capacidad de recursos es mayor. El ministerio está convencido de que si hay rebrote no será lo mismo, como si fuera una montaña rusa, donde la primera bajada es la peor y luego todo está más controlado.
Martínez Benazet se refirió al Consejo General del pasado jueves. El titular de Salud explicó que se están elaborando los planes de contingencia de forma transversal, así como los indicadores de alerta para cambiar de una posición a otra. También se está diseñando la respuesta con los cribados.
Sobre la protección de los profesionales del Servicio Andorrano de Atención Sanitaria, pronto será presentado el plan de contingencia para dimensionar de forma multifuncional los dispositivos que pueden servir cuando hay Covidien y cuando no lo hay. En la unidad CMA se hará cirugía en épocas sin coronavirus, pero a la vez se puede convertir en una segunda UCI.
La idea es que en lugar de contratar médicos intensivistas, sean anestesistas para apoyar quirúrgico en época Covidien. Se ha previsto un stock de reserva mínima de material de protección para todo el país, sea personal sanitario o población, y sólo falta protección de delantales.
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