La FIS ya prepara un plan B por si toda esta situación se confirma. Con un Gian Franco Kasper en horas bajas después de haber anunciado su intención de retirarse este mes de mayo y no poder hacerlo al cancelarse el Congreso por el coronavirus hasta septiembre, las riendas de a organización de la próxima temporada de competición las está llevando la británica Sarah Lewis, secretaria general de la organización, y una de las candidatas al puesto de Kasper junto al suizo Urs Lehmann y el sueco residente en Londres, Johan Eliasch.
Hay dos problemas principales. Por una parte las restricciones de viaje. Es probable que para el mes de octubre algunos gobiernos sigan prohibiendo los desplazamientos fuera del país, y prohíban a los corredores, personal técnicos, supervisores y medios de comunicación, que lleguen o salgan de sus fronteras durante el invierno.
Por otra parte está la financiación de las pruebas. Varios organizadores de la Copa del Mundo han expresado estos días su preocupación al ver como se le caían algunos patrocinadores si finalmente no se admiten espectadores en las carreras.
La secretaria general de FIS, Sarah Lewis, ve la situación de manera diferente. En una entrevista al diario suizo Blick asegura que
- Solo una mini copa del Mundo: La Copa del Mundo comienza en Soelden (Austria), sigue por Levi (Finlandia) para pasar a tierras americanas. Más tarde a mitad de temporada el 'circo blanco' se va a Yanqing (China), donde todavía se debe estrenar la pista olímpica. 82 carreras en 15 países. Pocos ven posible un escenario así. Una posible solución sería hacer varias pruebas de distintas disciplinas en un mismo lugar. Sería una manera de dar más descansos a los corredores y se evitan muchos desplazamientos esocogiendo cinco o seis sedes.
Hombres y mujeres viajan y compiten juntos: En lugar de dividir el 'circo blanco' y tener el doble de posibilidades de sufrir alguna restricción, se podría hacer competir a hombres y mujeres juntos, como en Soelden (Gigante) y Levi (Slálom). Para eso las pistas se deberían adaptar también a las categorías masculina y femenina.
Carreras a puerta cerrada: El largo fin de semana de la Hannenkamm de KitzbUehel puede llegar a reunir hasta 100.000 personas. Pocos se imaginan esta prueba sin público. Hasta allí no solo llegan aficionados de muchos países de centroeuropa, sino VIP's y empresarios que aprovechan el momento para hacer contactos. Lewis reconoce que sin público es posible que muchos estaciones no quieran organizar sus carreras porque caerían los patrocinadores, pero asegura que sin público no se necesita tanta seguridad, tribunas de acero o carpas para fiestas. Incluso cree que para los medios sería una carrera más barata de emitir,
- Pruebas inmediatas: Con un coronavirus que ya se da por seguro que no desaparecerá en invierno, se propone hacer pruebas PCR para identificar a corredores contagiados. Otra opción es que los esquiadores lleguen una semana antes de la carrera, una especia de cuarentena. Podrían aprovechar para entrenar sobre la misma pista de la prueba.
Todo esto son solo ideas en un momento de incertidumbre repentina, pero la posibilidad de organizar carreras a 'puerta cerrada' suena cada vez más fuerte. Las estaciones no están de acuerdo con esto, porque significaría acotar una parte de la estación a los esquiadores, lo que formaría atascos en pistas y colas en los remontes restantes, sobre todo si además se tiene que dejar asientos libres en los remontes para mantener distanciamiento social.
Tampoco están muy de acuerdo entre los equipos. El director de carreras de HEAD, Rainer Salzgeber, afirma que lo primero es el turismo del esquí. De lo contrario será difícil vender las carreras de Copa del Mundo. Al fin y al cabo, las competiciones deberían ser lo que anime a la gente a viajar a esas estaciones de esquí.
Por último otra de las posibilidades sobre la mesa es una Copa del Mundo solamente para corredores europeos si esquiadoras/es como Mikaela Shifrin no puede viajar a nuestro continente en invierno. Se plantea incluso entonces, cerrarla a federaciones de los países de la Europa central. En este caso puede que los noruegos no estuvieran muy contentos si dejan a deportistas como Henrik Kristofferson.