La zona fue puesta en cuarentena a finales de enero, y las restricciones se han ido levantando progresivamente desde la visita en marzo del presidente Xi Jinping. El número de nuevos casos ha sido prácticamente nulo durante las últimas semanas en la región china de Hubei, aunque este martes el ministerio de Salud ha informado de un nuevo contagio en Wuhan. Una fluctuación normal en estas epidemias en el que veremos algunos días con ligeros repuntes para continuar con otros con cero nuevos casos.
La provincia que más sufrió el aislamiento fue Hubei. Allí se hizo un confinamiento total con severos controles a los ciudadanos para que no se saltasen el confinamiento. Todos ellos debían tener un código QR en su teléfono para que las autoridades supiesen en todo momento donde estaban y por donde se habían movido. En total, casi 60 millones de habitantes se tuvieron que quedar en casa, se pararon los negocios, se cerraron fábricas, granjas y no se accedió a campos de cultivo. Esto fue posible porque no se aisló un país entero, y el resto de provincias de China fueron suministrando productos, comida y necesidades básicas a los ciudadanos de Hubei.
El turismo, la economía más afectada
Acabadas las restricciones, la provincia comienza a despertar. Antes lo hizo el resto del país que en general no tuvo unas medidas tan restrictivas aunque se impidieron los viajes domésticos y el tránsito de personas. El principal afectado de una medida así, en China y en cualquier país es el turismo, la actividad que más movimiento de personas comporta. Por eso se obligó a cerrar parques de atracciones, centros deportivos, estaciones de esquí, etc...En muchas zonas del país ya se han ido reabriendo estos centros turísticos, muy poco a poco y bajo fuertes condiciones de control. En el caso del esquí, aunque a estas alturas muy pocos complejos invernales han decidido abrir porque ya están al final de su temporada marcada en el calendario, alguna como Yabuli sí lo ha hecho, igual que algunos de los centros de Ski Indoor.
Para poder comprar un forfait o ticketde acceso, es necesario obtener un certificado médico que demuestre que no eres portados del COVID-19. Además se ha limitado el número de personas que pueden acceder e incluso se pide que se siga llevando mascarillas en algunas zonas como telecabinas, restaurantes, etc....
Es el mismo caso que para acceder a otros centros turísticos como el Museo del Palacio Shenyang, el palacio imperial de la dinastía Qing (1644-1911), hasta un total de 8 museos del noreste de China. En todos ellos se debe respetar una distancia en todo momento de 1,5 metros. En las estaciones de esquí también.
Pero lo que más está costando es volver a dar confianza a los turistas. Aunque muchos se sienten seguros y orgullosos de las medidas que ha tomado el Gobierno viendo lo que está sucediendo en Europa y Norteamérica, todavía las visitas no se están recuperando.
Hay estaciones de esquí que están regalando el forfait y otras como Yabuli lo ha rebajado a mitad de precio.
Otras de las medidas que han implantado, es asegurar a los clientes que tienen control sanitario sobre las personas que acceden a las instalaciones. Muchas regiones a nivel provincial han introducido un sistema de monitoreo de códigos de salud para controlar los movimientos de las personas. La estación de esquí de Jiangjunshan (Altai, noroeste de China) solo admite reservas a personas que tengan el código verde. Y regalan el forfait si se alojan en hoteles determinados. Al mismo tiempo de momento se ha cerrado el acceso a los habitantes de la provincia de Hubei y de algunas otras zonas donde hubo una fuerte presencia de Coronavirus.
Son medidas similares a las que están tomando otros centros turísticos. En Shanghai ya han abierto todos, igual que sus bibliotecas. A principios de marzo, Shanghai Disney Resort reanudó parcialmente las operaciones, aunque limitando la capacidad de sus atracciones, limitando el horario y con fuertes rebajas en el precio de las entradas.