El pasado jueves 13 de febrero, un hombre de 46 años subía al telesilla Skyline Express de la estación de esquí de Colorado y pocos metros después resbaló quedado enganchado por la chaqueta, con la mala fortuna que se le enredó en el cuello impidiéndole la respiración.
Estas son las primeras conclusiones a las que ha llegado el forense del Condado de Eagle, tras los análisis y comprobaciones que se han realizado sobre el incidente.
Al parecer, según los testigos del accidente, el asiento estaba plegado, el hombre no se dio cuenta, y al sentarse se escurrió por el espacio que había quedado. Los operarios pudieron acceder al hombre rápidamente para hacerle una reanimación cardiopulmunar, pero nada se pudo hacer por el esquiador, que fue dado por fallecido en el mismo lugar. El telesilla se cerró inmediatamente, y después de que los técnicos certificaran que no había ningún problema, se volvió a poner en marcha el viernes a las 11.30h.
El Sheriff firmó el atestado y se lo envió a Vail. La estación de esquí norteamericana respondió que se toma muy en serio los accidentes, y que están haciendo su propia investigación exhaustiva.
La situación hace recordar que hay que asegurarse siempre antes de subirse a un remonte, que no hay cintas colgando de nuestras mochilas que puedan engancharse en las sillas cuando nos bajamos o que pueda obstruirnos si por alguna causa resbaláramos del aparato. También la ropa debe estar correctamente cerrada con las cremalleras cerradas para evitar algo similar.
Un esquiador octogenario fallece al caer en un half-pipe
También en Colorado pero en la estación de Aspen, fallecía otro esquiador en circunstancias poco habituales. Se trata de un hombre de 83 años que cayó en un half-pipe de Snowmass Resort.El halfpipe de Snowmass es un superpipe con paredes de más de 6 metros de altura diseñado para acoger competiciones internacionales para riders profesionales.