Shiffrin fue trasladado a un hospital del área de Denver y estuvo rodeado de sus familiares durante sus últimas horas, incluido su hijo Taylor, su hija Mikaela y su esposa Eileen, quienes regresaron a su casa desde Europa. El fallecimiento fue una sorpresa para su familia, que estaba en nuestro continente siguiendo a su hija en la Copa del Mundo, y tuvieron que regresar de repente a los Estados Unidos para pasar con el padre las últimas horas en vida.
También ex-corredor, Shiffrin de 65 años, será recordado como un hombre de familia y un reconocido anestesiólogo en el Vail Health and Anesthesia Partners de Colorado, donde trató a muchos riders y corredores de esquí lesionados. Además era un miembro muy activo de la comunidad de Vail Valley.
También era un fanático de la fotografia. A menudo había viajado a las carreras de la Copa del Mundo donde participaba Mikaela, fotografiándola a ella y a otros corredores del equipo de esquí de los EE. UU. Extremadamente orgulloso de su hija, rara vez aparecía en una imagen de equipo en el podio porque siempre estaba detrás de la cámara capturando el momento. Por esto, y por su labor en el hospital de Vail, sus contribuciones a todos los aspectos del mundo del esquí y la competición son incalculables.
Actualmente la familia está inmersa en los preparativos para el entierro, y de momento no se sabe cuando regresará Mikaela Shifffrin a la Copa del Mundo.
En una publicación de Facebook, Mikaela Shiffrin dijo: