Según la estación de esquí de Cerler, los hechos ocurrieron fuera de pistas, en el pico Cibollés, donde no llega ningún remonte, cuando dos esquiadores que habían accedido hasta allí andando cortaron una placa de nieve y se vieron arrastrados por el alud. Se dio la alerta y personal del centro invernal prestó auxilio a uno de ellos, que resultó herido en la caída.
La víctima fue evacuada por los empleados hasta el lugar donde esperaba una ambulancia. Posteriormente se le trasladó al punto de aterrizaje del helicóptero del 112, que había sido movilizado. La aeronave lo llevó al hospital Miguel Servet de Zaragoza.
La temporada pasada, un esquiador sepultado por un alud en una zona fuera de pistas en Candanchú salvó la vida gracias a la rápida intervención de otros aficionados y del personal de la estación, que en unos minutos lograron sacarlo de debajo de la nieve. Además, el pasado mes de noviembre otro deportista que hacía esquí de montaña salió ileso después de ser arrastrado por una avalancha en un descenso, también fuera de pistas, en Astún. Quedó semienterrado, pero pudo salir con ayuda de las personas que lo acompañaban. Al parecer, el alud lo provocó un grupo que esquiaba más arriba.
Actualmente, el riesgo de aludes en el Pirineo aragonés es entre limitado (2 sobre 5) y notable (3). En concreto, según el parte nivológico que elabora la Agencia Estatal de Meteorología, en la comarca de la Jacetania está en nivel 2 por debajo de 1. 800 metros y en 3 por encima, mientras que en las otras comarcas, las del Alto Gállego, Sobrarbe y Ribagorza, hay riesgo notable sin distinción de cota.
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