Para complicar la subida, hay que tener en cuenta que tuvo un 30% menos de oxígeno aproximadamente, algo que complica mucho más la subida.
Una vez arriba y con el equipo puesto, se deslizó esquiando por la cara norte hasta el serac de Roches Rouge, situado a 4.359 metros de altura y desde donde saltó para aterrizar en el Grand Plateau. Nunca nadie había logrado saltar desde tan arriba, principalmente por la complicación de subir todo el material pesado.
Con este salto, además del record de altura, se convierte tambié en el único saltador de BASE que se ha lanzado desde las tres cimas de los Alpes: el Eiger en 2010, el Matterhorn en 2011, y el Mont Blanc este 2019.