La propuesta era reconducir los dos refugios, la cafetería y alguno de los tres remontes, pero en la actualidad la estación invernal sigue olvidada y sus efectivos deteriorándose
«Desesperados» y «defraudados» se manifiestan los integrantes de la plataforma
El Morredero Existe este pasado mes de febrero, después de que las primeras nieves del año les recordasen que la estación invernal ponferradina siga olvidada. Su portavoz, Francisco Cebrián recuerda que desde hace dos años tenían la esperanza de que los políticos entendieran el potencial de un enclave que llegó a tener
tres remontes, dos refugios y cafetería y por el que cada año, aún sin todos esos complementos, arrastran a multitud de turistas, fundamentalmente de nieve.
«Pero hemos visto que no hay ganas de hacerlo».
Lo que solicitaban, recuerda, era un proyecto de
recuperación a pequeña escala, no una gran estación invernal como en el gobierno de Carlos López Riesco se ideaba, cuando se hablaba de hacer una estación parecida a Sierra de Béjar-La Covatilla.
La Plataforma del Morredero solo pedía que se sacara a concurso la cafetería y se pusieran en funcionamiento de nuevo los refugios y, a poder ser, pero no como algo fundamental,
un remonte. Cebrián asegura que con unos entre
20.000 y 50.000 euros se podría efectuar esa recuperación que abriría las puertas a que alguna empresa gestionara esos servicios o incluso otra pudiera aterrizar para ofrecer alquiler de raquetas de nieve o de bicicletas, haciendo del enclave un destino turístico no solo de invierno. Incluso aporta la idea de que la escuela taller se pudiera implicar en esa vuelta a la vida de los elementos de la estación.
«No se puede salir a la calle y pedir un futuro para el Bierzo si esto lo ven tan difícil», reprocha a los políticos en general, sobre todo a los que participaron en la manifestación del 16 de diciembre bajo ese eslogan, aunque asegura que el concejal de Medio Ambiente, Roberto Mendo, sí veía con buenos ojos la propuesta,
«Lo único que queríamos es que lo que hay no se deteriore más y pueda ser utilizado, no un macroproyecto. Aunque ahora con las elecciones todos lo recordarán, la realidad es que no había voluntad para hacerlo porque en estos cuatro años desde que creamos la Plataforma, la alcaldesa de Ponferrada no se ha reunido con nosotros ni una sola vez».
Mendo sí lo ha hecho pero no hay interés de estancias superiores. Dicen que es necesario un estudio de impacto ambiental y que no hay presupuesto, pero nosotros no queremos tanta burocracia. Estamos tirando el dinero en burocracia y lo que pedimos es algo más sencillo».
Sobre todo al hilo de conseguir una conexión directa con Peñalba de Santiago por el Alto de la Cruz, lo que potenciaría aún más el turismo en esta zona.
«Creo que aún no contamos con un político que tenga en mente el desarrollar el potencial turístico que tiene esta zona. Patrimonio nos sobra».
Cebrián lamenta también que no se dijera nada en FITURs de que en Ponferrada hay una estación invernal olvidada ni de que ese enclave abre un potencial a los senderistas también de verano
«no sé cómo no son capaces de ir a la Junta y decirle cómo está el Bierzo para que vean que tenemos intenciones y que nos las permitan hacer. Llevamos más de 40 años así», lamenta Cebrián mirando atrás «y seguimos luchando por lo mismo».
Los
Amigos del Morredero se ocuparon de las instalaciones de manera voluntaria durante una década, pero no pudieron continuar. Después se consiguió poner en marcha
hasta tres remontes y en 2008 se intentó despegar con un proyecto faraónico, en el que estaban implicados la Junta y Diputación. Se hablaba de poner en marcha
17,2 kilómetros esquiables en 23 pistas diferenciadas, con capacidad para acoger a 3.800 personas, y con un mercado potencial de uso para cuatro millones de personas. El presupuesto del que se hablaba para el desarrollo total de la idea era de
33,5 millones de euros.
El alcalde de Ponferrada, por aquel entonces, Carlos López Riesco, decía que en ocho años estaría completado, pero ya en dos se vería actividad en las alturas. Finalmente
no hubo presupuesto, la Asociación de Amigos del Morredero murió y con ella una estación ambiciosa que perdió incluso su modesta capacidad entre sueños de mayor calado.
Proyecto de pistas para El Morredero que se presentó en su momento