En el caso de esta SIVOM, serán los Ayuntamientos de Cauterets y Luz Ardiden los máximos accionistas. Juntos deberán gestionar a partir de la próxima temporada 2019-2020, todo lo relacionado con las dos estaciones de esquí. Y será esta empresa pública la encargada de llevar adelante la inversión de 20 millones de euros que servirá para conectar las dos áreas esquiables.
La mayor parte de la inversión se la llevará el nuevo telecabina que se montará en verano de 2024. El resto irá para la construcción de alguna pista más y su sistema de nieve artificial.
Laurent Grandsimon, alcalde de Luz-Saint-Sauveur, quien en 2014 se había mostrado en desacuerdo con esta unión porque decía que favorecería al pueblo de Cauterets, afirmaba en la prensa francesa después de que las entidades bancarias le apretasen para que diera solución a su deuda, que el objetivo de este matrimonio es tener una oferta suficientemente grande como para poder enfrentarse al futuro con garantías, y ponía el ejemplo de la unión en los '90 que formó el actual Grand Tourmalet. Por su parte Michel Aury, el alcalde de Cauterets, reconocía también que el futuro del motor económico ligado al turismo de invierno de los dos complejos pasa por el trabajo conjunto y una estrategia común.
En este sentido recordaba que las dos estaciones son complementarias. Que mientras la estación de esquí de Luz tiene un gran dominio esquiable de 65 km de pistas, en cambio no tiene una fuerte oferta de alojamientos. Por su parte Cauterets si tiene muchas camas disponibles, unas 25.000 en un radio de 30 kilómetros, porque el primer remonte parte desde el mismo pueblo, pero en cambio su oferta esquiable es la mitad que su vecina, con apenas 35 km de trazados marcados.
Los detractores de este proyecto afirman que no se está creando un dominio único, sino que se le está brindando al pueblo de Cauterets acceso a dos estaciones de esquí ya que lo que se montará es un segundo telecabina desde el centro de la población en sentido a las pistas de Luz Ardiden. Y recuerdan que Peyragudes (la unión de las estaciones de Peyrasourde y Agudes); Grand Tourmalet (Barèges y La Mongie); Font Romeu-Pyrenees 2000 o la formación de Espace Cambre d'Aze, sí formaron un espacio esquiable único.
Un proyecto anterior contemplaba la posibilidad de unirse en un solo espacio esquiable único donde el esquiador dejara de percibir en qué momento pasaba de una estación a la otra, tal como pasa en los ejemplos anteriores. Así, se pretendía crear una estación intermedia en el Plateau de Lisey y de allí una pista negra llevaría a los esquiadores (expertos) hasta el Col d Lisey. Otro itinerario fuera de pista permitiría acercarse hasta la parte superior del telesilla Caperette por la llamada Coume det Cacou.
Ese proyecto también dejaba la puerta abierta a seguir ampliando desde el Col de Riou al Plateau d'Arrégiéou con la instalación de un telesilla para alcanzar de nuevo el Plateau de Lisey.... Pero todo esto tenía un coste muy superior y además daba acceso solo a esquiadores experimentados.
En otras zonas al ser muy complicado la unión física, se hace de manera comercial. Así, el Departamento de Haute-Garonne decidió crear una empresa pública para tomar el control de las estaciones de Luchon-Superbagnères, Le Mourtis y Bourg d'Oueil. El objetivo es que juntas se puedan gestionar de manera más efectiva y volver a la senda de los números positivos en 4 ó 5 años. Mientras tanto aquí también tienen aprobado un telecabina para sustituir el actual con el que se acceder a Luchon-Superbagnères. Hay una partida presupuestaria aprobada para los tres complejos invernales de entre 21 a 23 millones a gastar en 4 años, de los que 15 millones va para ese nuevo remonte.
No obstante el modelo de éxito que todas las estaciones del Pirineo e incluso de los Alpes miran es el del Grupo N`PY. Creado en 2004, hoy una única empresa gestiona los forfaits, comunicación, servicios y alojamientos de 7 estaciones y 1 espacio freeride. Entre todas ellas facturaron el año pasado 55 millones de euros, la mitad del mercado de esquí en ese lado de los Pirineos.
El Estado francés apoya la unión de las estaciones después de que el Tribunal de Cuentas aflorara en un estudio económico de 2015, que muchos de los complejos invernales del Pirineo francés facturan menos de 5 millones de euros, unos ingresos que apenas pueden servir para mantener las estructuras. Por eso las animó a unirse, diversificar su oferta, o cerrar.