Pese a que no se lamentaron desgracias, desde luego es un pequeño revés para una gran iniciativa lidearada por el fabricante de remontes Bartholet Maschinenbau AG, situado en la localidad de Flums, y el único que queda puramente suizo tras la compra de Garaventa por parte de Doppelmayr en 2002.
Este telecabina se inauguró el pasado 6 de Abril de 2018 y hasta el momento había funcionado sin problemas, realizando en estos meses a más de 8.000 viajes.
En el momento del accidente, el Föhn sopló en el valle del Rin y en la pilona más alta se registraron 3 fuertes rachas de viento que cambiaban rápidamente de 50 a 60 km / h. Cuando las ráfagas de aire alcanzan una velocidad de 40 km / h, el controlador envía una 'alarma de viento' y a partir de los 60 km / h una alarma de paro del remonte. Como seguridad adicional, se instala un sensor en las cabinas para medir la oscilación lateral.
El remonte está operado por la familia Lüchinger, propietarios de un hotel-restaurante en la cima del Staubern. Cuando encargaron el telecabina, solicitaron que se aplicaran los sistemas de seguridad más estrictos que exige el gobierno federal.
El Presidente de la compañía fabricante, Roland Bartholet, no cree que se deba a un problema técnico: