Las imponentes montañas suizas del glaciar de Saas Fee son testimonio, estos días, de la vuelta al snowboard de la deportista catalana Queralt Castellet. Un regreso muy esperado después de seis largos e intensos meses que han dado mucho de sí, sin la tabla como protagonista.
La deportista de Sabadell decidió pasar por el quirófano para resolver de forma definitiva las molestias en el hombro derecho que ya notó en los Juegos Olímpicos de Invierno de PyeongChang, el pasado mes de febrero. Una lesión complicada de la que Castellet se ha recuperado "de forma extraordinaria", como reconoce el Dr. Hackett, médico que la operó en Vail, en el estado de Colorado (Estados Unidos).
Un período de parada obligatoria donde la rider de Red Bull, cuatro veces olímpica, ha aprovechado para desconectar de la exigencia de la alta competición rodeada de su familia y amigos más cercanos, así como para valorarse como persona y deportista y remarcar la que es su gran pasión, el snowboard.
De hecho, en su día a día en el snowpark de los Alpes suizos, a unos 3.500 metros de altitud, la rider combina los entrenamientos de Halfpipe con sesiones de yoga, una herramienta que considera esencial para encontrar un equilibrio entre mente y cuerpo.
Progresivamente, Castellet busca así recuperar el tono físico y mental para afrontar la temporada invernal, en la que ya ha fijado los primeros grandes objetivos. El primero de ellos será a principios de diciembre con la Copa del Mundo FIS de snowboard que tendrá lugar en Copper Mountain, en Colorado (Estados Unidos).
Después, también en esta zona oeste del país norteamericano, la catalana competirá en el Dew Tour, una de las competiciones más exigentes del circuito, que tendrá lugar en la localidad de Breckenridge entre el 13 y el 16 de diciembre.
De este modo, la catalana busca recuperar sensaciones y volver a sonreír, como ha hecho prácticamente siempre desde que se subió por primera vez a una tabla de snowboard.
