Los trabajos comenzarán este verano y tendrán un plazo de ejecución de 15 meses, repartidos en periodos de 5 meses durante tres años consecutivos, para adaptarse a las condiciones meteorológicas de la zona. Consistirán principalmente en el ensanchamiento de la carretera hasta alcanzar una calzada de 7 metros -3,5 metros de ancho por carril de la circulación-, más 0,5 metros de berma donde colocar la barrera de seguridad y una cuneta transitable de 1 metro de ancho.
Hay que tener en cuenta que la carretera actual discurre a media ladera, con un trazado bastante irregular, condicionado por el terreno. En la mayor parte de los tramos, la anchura de la carretera está comprendida entre los 5 y los 6 metros.
Para minimizar los movimientos de tierras y, en consecuencia, el impacto ambiental, se han previsto diversas estructuras. Así, se proyecta la ejecución de 17 muros de escollera, con alturas que en general varían entre los 1,5 y los 3,5 metros. Las obras también comprenden actuaciones en materia de trabajos previos, movimientos de tierras, elementos de drenaje, pavimentación, elementos estructurales y muros, barreras de seguridad y señalización.
Por otra parte, se han previsto medidas de integración en el entorno y actuaciones complementarias como el tendido de tierra vegetal o el seguimiento arqueológico.