Echo Mountain es la estación mas cercana al área metropolitana de Denver, con mas de 2,5 millones de habitantes y un aeropuerto internacional que recibe vuelos de todo el país y preparado para acoger esquiadores. Hasta su venta era una de las estaciones preferidas para aprender a esquiar, pero en 2012 tras la venta, se cerró al público y sus instalaciones quedaron reservadas solo para clubes de competición que quisieran entrenar. El resultado es una fuerte bajada de las ventas en todos los sentidos, no solo de venta de forfaits, sino del alquiler, puntos de restauración y todo lo que ayuda a sustentar los ingresos de un complejo invernal.
Esta temporada 2015-2016 Nora Pykkonen decidió abrir el area a cualquiera que quisiera venir. La estación se ha llenado de nuevo, principalmente de debutantes que quieren aprender sin tener que desplazarse a las caras estaciones de la I-70. Y para sorpresa de la propietaria de Echo Mt., incluso de esquiadores de fuera del estado, "personas de Texas que miraban por Internet cual es la estación mas cercana al aeropuerto de Denver y se encontraba con nosotros".
Visto el filón que es el tener tanto debutante en sus instalaciones (alquilan material, contratan clases, etc..) la propietaria ha pedido acogerse a la protección de bancarrota para renegociar su deuda con los acreedores. El 90% de sus visitantes de este año eran de fuera de Colorado, por lo que ahora quiere promocionarse además entre los debutantes de Colorado. También quiere potenciar el snowpark, muy frecuentado este invierno. Desde Denver a la estación apenas hay 45 minutos en coche.
Nora Pykkonen buscaba en 2012 un lugar en Vail para crear un Club de esquí. En su lugar compró Echo Mountain y se gastó 5 millones de dólares, y contrató a entrenadores. Cerró la estación al público y empezó a vender accesos anuales a 5.000 dólares. El interés decayó y en 2014 abrió las pistas a los esquiadores pero sin acceso a los remontes. Muchos freestylers del area de Denver encontraron un lugar cercano para ir a entrenar y saltar módulos. Pero tampoco con eso se cubrieron los gastos. En 2015 permitió el acceso a debutantes pero solo podían acceder a pistas de poca dificultad para recibir clases. Finalmente ahora ha decidido que acceda quien quiera y se mueva por donde le apetezca.
Irónicamente esta estación parece atraer a propietarios con ideas algo curiosas. El anterior dueño compró en 2006 lo que por entonces se llamaba Squaw Pass. Montó un snowpark y montó salas de videojuegos y potenció la venta de bebidas energizantes. Al poco tiempo se dio cuenta que no cubría gastos y acabó abriendo las instalaciones a debutantes con tarifas que incluían forfaits a 5 dólares los viernes por la noche.