Hola a todos! Espero que mi experiencia con el ligamento cruzado anterior (LCA) os sirva de algo. Escribo toda esta parrafada porque a mí me encantaba leer la experiencia completa de las personas. Tengo que decir que soy fisioterapeuta y que el TFG que realicé tres meses antes fue sobre una rotura del LCA. Creo que esto me ayudó muchísimo en la rehabilitación.
30 de Agosto del 2015, fue en un partido, en el minuto 83. Estaba cubriendo un balón para que se fuera por línea de fondo cuando apoyé la pierna derecha y vi perfectamente cómo mi rodilla se giraba hacia dentro. Inmediatamente sentí un dolor que no había sufrido en la vida. No podía menearme a causa del dolor que sentía en la rodilla y en especial en la parte de atrás (ya pensaba en lo peor). Estuve 5 min sin poder menearme (caí fuera del terreno de juego) hasta que el fisio me dijo que intentara menear la rodilla con su ayuda. De repente se oyó un crujido enorme y el dolor extrañamente desapareció casi por completo. Así que me levanté y con la ayuda del fisio me dirigí hacia el banquillo con una notable cojera. En el vestuario estaba desolado, la rodilla se estaba hinchando poco a poco y me duche y vestí a duras penas. Corriendo al hospital.
En el hospital lo primero que hicieron es ponerme un gotero. Me había dado un bajonazo de tensión debido a los nervios de no saber qué me pasaba, y al dolor que fue aumentando poco a poco, y estaba más blanco que la nieve. Me hicieron una RX para descartar fracturas, y después de unas pruebas manuales el diagnóstico fue: Esguince grado II del ligamento lateral interno de la rodilla. Reposo, hielo, antiinflamatorios y una rodillera para ayudar a la estabilización de la articulación. Ni muletas ni nada. Si todo iba bien, en un mes a jugar otra vez. Más feliz que un regaliz!!
Al día siguiente empezaron los problemas. Me levanté con la rodilla totalmente hinchada y sin poder apoyarla del dolor. La rodillera ni me cabía en la pierna y tuve que ir a buscar unas muletas. Fui rápidamente a urgencias porque no era normal. En el hospital tuvieron que pincharme la rodilla para evacuar el líquido, y sorpresa: el líquido era rojo, lleno de sangre. El médico dijo que seguramente tendía "tocado" algún menisco, el cruzado anterior o los dos. Bajonazo increíble.
Pocos días después, a raíz de una RNM me diagnosticaron la rotura del ligamento cruzado anterior. No me lo podía creer. Fue un palo tremendo. Estaba convencidísimo de que no podía ser eso. No notaba ningún tipo de inestabilidad al hacer vida casi normal (sin deporte) y las pruebas me habían dado negativo. Pero las imágenes mostraban lo contrario. Durante el mes que tardaron en operarme sabía que tenía que hacer ejercicios de fortalecimiento muscular y ganancia de amplitud articular, pero no podía. Cada vez que intentaba hacer algún tipo de ejercicio, movimiento que forzara la rodilla o simplemente estar de pie durante un tiempo me producía una inflamación tremenda en la rodilla. Tuvieron que pincharme cuatro veces la rodilla durante este tiempo, con el posible riesgo de infección. Así pues, durante ese mes decidí quedarme tumbado en el sofá con hielo y antiinflamatorios.
El 28 de Septiembre llegó el día de la operación. Por la mañana me hicieron todas las pruebas: analítica (con el consiguiente mareo
), RX de tórax y electrocardiograma. Me subieron a una habitación y a esperar la llamada del cirujano. Fue por la tarde. Sin duda lo peor de la operación fue el frío que hace en el quirófano y del aerosol que te echan en la espalda antes del pinchazo de la anestesia. Por lo demás, te ponen la "televisión" para que veas tu operación mientras te la están explicando, los cirujanos hablando de sus cosas y el reanimador (creo) leyendo un libro. Con lo cual, el ambiente que tienen de relax hace que no tengas ningún tipo de nervios. Por cierto, la operación fue con artroscopia y duró poco más de una hora, realizada con una plastia autóloga del semitendinoso y recto interno (o grácil) y fue un éxito.
De vuelta a la habitación. Recibí la visita de familiares y amigos que me amenizaron un poco la tarde. La cena (horrible por cierto) tardo en llegar, ya que tenía que pasar un cierto tiempo después de la operación, pero la devoré como si fuera la última de mi vida ya que llevaba en ayunas desde el día pasado. Esa noche la pasé en el hospital sin ningún tipo de dolor. Cada vez que empezaba a sentir algo en la rodilla, telefonillo y más "drogas". A la mañana siguiente a casa!!
La primera semana fue la más dura de todas. No tenía fuerza en la pierna, dolores continuos y todo el día en el sofá. Cada vez que quería levantarme del sofá, tenía que pedir ayuda para que ayudaran a bajar la dichosa pierna. Para "dormir" (entre comillas porque es un decir), no sabía cómo colocar la pierna, y cada vez que la meneaba un milímetro, pinchazo y a despertar. Aun así intentaba hacer unos pocos ejercicios para ir avanzando en la rehabilitación.
Esta semana se produjeron dos hechos que me atemorizaron muchísimo.
El primero fue la primera noche que "pasé" en casa. Poco a poco se fue produciendo un dolor inaguantable en la rodilla que no desaparecía no con analgésicos. Así que, camino al hospital de madrugada. Allí al quitarme la venda se quedaron sorprendidos de cómo tenía la rodilla. Totalmente inflamada y dura. Intentaron pincharla para evacuar el líquido, pero la sorpresa fue que tras dos pinchazos no salía ningún tipo de líquido. ¿¿Se había coagulado la sangre en la rodilla?? Llamaron directamente a mi cirujano y tras explicarle la situación tuve que ir rápidamente a otro hospital donde él estaba de guardia para que me viera. De hospital a hospital en 5 min saltándonos todos los semáforos. Me tocó esperar dos horas a que me viera el cirujano, ya que estaba operando de urgencia. Las dos horas más largas de mi vida. Finalmente y después de varios pinchazos, logró sacar 80ml de líquido de mi rodilla, con el consiguiente alivio (no me tendrían que operar otra vez) y cese de dolor.
El segundo episodio en esta semana llegó a los 5-6 días. 39º de fiebre ¿Infección? Llamé rápidamente al médico, y me tranquilizó diciéndome que podía ser un proceso normal de la reabsorción del hematoma de la rodilla, pero no debería durar mucho ni notar nada raro en la rodilla. Por suerte, sólo se quedó en otro susto. Demasiados para empezar.
El primer mes operado fue horrible. Me fueron quitando las grapas de poco en poco y fui haciendo mis ejercicios a todas las horas. Mi vida se resumía en ejercicios &
#8594 ; hielo &
#8594 ; ejercicios &
#8594 ; hielo... En las primeras semanas, cada vez que me levantaba sentía un quemazón por toda la pierna que me hacía volver al sofá otra vez. A la semana y media empecé a apoyar la pierna y en la tercera semana ya me animé a dar paseos (cortísimos por supuesto) sin muletas. La pierna poco a poco fue respondiendo como se preveía (incluso diría que mejor), y al final del primer mes el dolor no existía, ya empezaba a recuperar un poco de pierna y la movilidad era buenísima a esas alturas. Todo perfecto!! ¿Y por qué digo que fue horrible? Por la soledad, y no sabéis cuanta. Claro que recibía visitas y llamadas. Sobre todo los primeros días. Familiares, amigos de un lado, amigos de otro lado, gente con la que no hablabas desde hace mucho... El problema es que no pueden estar todos los días contigo, y cuando están no lo hacen las 24h. Tienen sus propias vidas. El número de visitas y llamadas fue disminuyendo a lo largo del mes y al final solo quedan los 4 o 5 de siempre. Esto, acompañado a que casi no puedes salir de casa te hace sentir muy solo. Fue muy duro la verdad. ¿Y el fútbol? Solo deseaba que llegaran los domingos para poder ver a mis compañeros y poder estar un rato con ellos, ya que me sentía totalmente fuera del equipo. Desde fuera no podía tener más nervios y pasarlo más mal por no poder ayudar, y lo peor era pensar lo que quedaba por delante. En definitiva, el primer mes no se lo deseo ni a mi peor enemigo.
A partir del segundo mes todo fue como la seda. Todas las mañanas gimnasio y piscina. Había que meter bien de caña a la rodilla para que todo saliera bien. Empecé a ir a entrenar al mes y medio de la operación (dos meses y medio después de la lesión), no por mi rodilla, si no para sentirme parte del equipo otra vez y poder distraerme un poco. Además, ya podía salir a tomar algo sin que la rodilla diera mucho mal, así que la soledad había desaparecido. A partir del segundo mes empecé un trote suave, ya que no notaba ningún tipo de inestabilidad en la rodilla (la verdad es que no la noté en ningún momento), la musculatura aparecía poco a poco y la movilidad iba en buen camino. A los 3-4 meses a tocar el balón (cuánto lo echaba de menos!!) al ritmo que la rodilla me dejaba. Si le dabas un poco fuerte, empezaba a protestar. Las sesiones de rehabilitación y las revisiones médicas iban llegando poco a poco y todo indicaba a que iba muy bien.
A partir del quinto mes empecé a entrenar con todo el equipo. Y aquí llega otro problema, el miedo. Cada vez que arrancas piensas en la rodilla. Cada vez que frenas piensas en la rodilla. Cada vez que le das al balón, la rodilla. Cambio de dirección, la rodilla. Meter el pie, la rodilla. En todo piensas en la rodilla. Ibas con ganas a entrenar y terminabas amargado con la rodilla. Poco a poco ese miedo va desapareciendo (porque aun sigue presente) y espero que se vaya algún día del todo.
El día más esperado llegó el 30 de Marzo, seis meses y dos días después de la operación. Consulta con el médico, y por fin el alta deportiva!! Hoy es día 4 de Abril, y ya voy descontando días, horas, minutos y segundos para el domingo. Espero redebutar después de más de 7 meses.
Resumen: esta lesión es muy jodida, larga y muyyyyy dura. Tu rodilla no puede descansar ni un solo día (sobre todo los primeros meses), porque el día que no haces los ejercicios se nota mucho. Que nadie os quite la ilusión de volver a practicar el deporte que os guste, porque los resultados son bastante buenos. Además, te hace ver la otra cara del deporte de la cual se puede aprender muchísimo y volverte mentalmente más fuerte. Asimismo, recibes el cariño de muchísima gente y te da tiempo a conocer a personas maravillosas en el mundo del fútbol.
Espero que os haya servido mi experiencia para animaros a combatir esta lesión. Todo se ve muy negro al principio, pero poco a poco se va aclarando. LO QUE HOY ES DRAMA, MAÑANA SE CONVERTIRÁ EN ANÉCDOTA
Lo siento por la parrafada y !!GRACIAS!!