Corría 1999 y los representantes de la Diputación, la Mancomunidad de los 150 Pueblos y los Ayuntamientos de Soria y Vinuesa pisaban por primera vez una pista soriana. Aún hubo que subsanar deficiencias en la instalación o pelear contra los sabotajes en la red de agua para que todo funcionase bien. Atrás quedaba el polémico intento de crear una instalación de gran tamaño en 1985 en Urbión, cortado de raíz en 1986 ante la oposición vecinal de Covaleda con un Pleno en el que Santos Sánchez, entonces responsable de Turismo en la Junta, tuvo que salir escoltado por la Guardia Civil.
Santa Inés, sin embargo, consiguió aunar voluntades y -salvo en el caso del Ayuntamiento de Montenegro- la valoración global es más que satisfactoria. Así lo explicó, por ejemplo, la alcaldesa de Vinuesa, Asunción Medrano.
Dentro de estas mejoras se solucionaron los problemas de acceso, la Administración se dio cuenta de que hay que limpiar la nieve de la carretera para poder usar la estación. Además, el haber cubierto la terraza es muy bueno.
El espacio está muy bien gestionado, con un servicio a la altura. Cada vez vemos más usuarios, de Soria, de La Rioja y de otras provincias. Y eso se traduce en actividad turística. Por ello invitó a apostar por mejorarlo, a ampliar la pista de esquí alpino y a solucionar los problemas con la pista de esquí de fondo. No todo son flores, también se puede mejorar, pero el balance es muy positivo».
Lo ideal sería que la pista llegase hasta el Cerro del Buey, a unos 2.100 metros, y sacar desde ahí varias pistas bastante buenas. Pero primero los ecologistas y luego el alcalde de Montenegro se opusieron. Aún así insisto en que para iniciarse los chavales o para las familias es estupendo».
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