Usa un detector de metales para encontrar su iPhone
Un esquiador de Nueva York perdió su teléfono móvil mientras esquiaba. Al parecer estaba en una pista de baches cuando el aparato saltó y quedó enterrado en la nieve. Cuando sus amigos lo daban por perdido tras un rato buscándolo, al joven se le ocurrió usar un detector de metales para buscar su smartphone. Para sorpresa de todos todavía funcionaba.
¿Has perdido alguna vez el teléfono móvil enterrado en alguna ladera de nieve? Si es así y todavía crees que puede estar por el mismo sitio pero por mas que buscaste no diste con el, un esquiador de Nueva York te puede dar una idea de como encontrarlo. Al parecer a este joven se le cayó mientras bajaba por una pista de baches, y en uno de los saltos salió disparado. Tanto él como sus amigos se pasaron un buen rato buscándolo, pero no hubo manera. Finalmente lo dieron por perdido y cada uno se fue a su casa.
Pero de camino a casa Chris Wong, que es como se llama nuestro protagonista, empezó a darle vueltas a la cabeza para encontrar la manera de dar con su teléfono movil. Finalmente se le ocurrió usar un detector de metales. Sus amigos se mostraron escépticos ante ante la idea, pero logró convencer a algunos de ellos, y volvieron a la estación de esquí.
Se colocó una cámara en el casco para grabar todo el proceso de búsqueda, y tras tres horas de localización, por fin dieron con su iPhone, que estaba enterrado en apenas unos centímetros en la nieve.
Al llegar a casa lo metió en un cuenco lleno de arroz para secar la parte interior por si estuviera húmeda, y tras unas horas de paciente espera, lo puso en marcha y milagrosamente funcionó.
La historia de este chico ha saltado a la luz gracias a que le ha puesto ingenio para que así fuese grabando todo con su cámara, subiéndolo a youtube y moviendo el caso por las redes sociales hasta que algún diario lo ha publicado, pero no es el primer caso. En Grandvalira sin ir mas lejos, a uno de los profesores se le cayó también su iPhone a la llegada de un remonte. Se perdió. No hubo manera de encontrarlo. Al llegar la primavera, un operario lo encontró, y gracias a que tenía el nombre escrito pudo devolverlo su dueño. Acto seguido lo puso en marcha y... funcionó!.
De todas maneras si has perdido un móvil y no quieres esperar al deshielo para encontrarlo, o si de lo contrario quieres montar un negociete a pie de pistas a costa de los que pierden cosas en las estaciones, un detector de metales puede ser un buen amigo!
