La radiación ultravioleta puede provocar dolor de cabeza, conjuntivitis e, incluso, fotofobias, y sus efectos son acumulativos, por lo que tal vez solo se pongan de manifiesto con el paso de los años. Si en el día a día resulta fundamental utilizar la protección ocular adecuada, en la nieve cobra una importancia mucho mayor, pues los riesgos para nuestra salud visual también se multiplican.
Qué lentes son más recomendables para la nieve
La lente que utilicemos debe tener un alto Factor de Protección Solar (E-SPF), un nuevo índice desarrollado por Essilor que certifica el nivel real de protección UV proporcionado por la lente. Al igual que el índice utilizado para valorar la eficacia de los productos dermatológicos y cremas solares, cuando mayor sea el índice, mayor será el nivel de protección. En este caso, debemos usar el máximo índice, E-SPF 50 +, disponible en la gama de lentes Crizal UV de Essilor.Pero usar una lente adecuada nos sólo protege nuestros ojos, sino que nos permitirá además disfrutar al máximo de nuestro deporte favorito. La luz, cuando se refleja sobre superficies planas como la nieve, ataca directamente a los ojos, disminuyendo la calidad de la visión, percepción de los detalles, colores y formas.