Algunas de las localidades más afectadas fueron las de Santa Coloma y la Margineda donde pese a que los daños no fueron importantes, algunos locales y viviendas bajas vieron como se inundaban por el paso del agua. Y fue precisamente en esta última localidad donde el granizo se dejó sentir mas, con varios centímetros caídos, que permitió que alguno se calzar los esquís para hacerse una bajada no esperada en pleno verano.
Según el Instituto de Meteorologia de Andorra, la situación anómala del verano está haciendo que incluso deje de crecer algunas plantas. Las temperaturas son anormalmente bajas y entre los más afectados están los agricultores y los ganaderos, que ven que sus animales no pueden subir a pastar a la montaña.