Esta es la principal consecuencia de la decisión judicial de abrir la denominada fase de convenio, por la cual la empresa o un grupo de acreedores que sumen una quinta parte del pasivo deben poner encima de la mesa un plan de viabilidad que salve a la empresa de su desaparición. El auto del juez de 1ª Instancia e Instrucción número 3 de Huesca, fechado el pasado lunes día 13 de Mayo, fija la convocatoria de la junta de acreedores para el 4 de septiembre, lo que obliga a la empresa a presentar la propuesta de convenio antes del 11 de junio,
La primera decisión para intentar garantizar su viabilidad fue el ERE de suspensión que pactó con los 35 empleados fijos a finales de abril. La plantilla solo trabajará dos meses antes del inicio de la temporada de esquí para ahorrar costes. Su incorporación por etapas comenzará en junio con el objetivo de tener listas las instalaciones para la próxima temporada de esquí si se logra encauzar su crítica situación financiera.
La dirección de Etuksa aún confía en salvar el concurso de acreedores, para cuya salida requiere de una «forzosa capitalización mínima», como ya advirtió el administrador concursal, Regino Riazuelo, en su informe. Ni el inventario ni la lista de acreedores que elaboró han sido impugnados, como señala el auto judicial.
La estación carece de liquidez porque sus beneficios por la temporada pasada de esquí se reducen a la mínima expresión al tener que devolver los 404.000 euros que anticipó Aramón para que pudiera abrir, además de pagarle el 15% sobre los beneficios obtenidos, que superaron los 600.000 euros, tal y como se estableció en el contrato de gestión.
El informe del administrador concursal puso de manifiesto que con los activos de la sociedad, valorados en 7,1 millones, ni siquiera se podría cubrir la deuda, aunque con las quitas y esperas se podría «neutralizar» ese déficit, estimado en 600.000 euros.
El patrimonio neto es «prácticamente inexistente», 53.771 euros, como consecuencia de las pérdidas millonarias de los últimos años. Estas han consumido los recursos propios pese a las ampliaciones de capital. La estación tampoco dispone de la «mínima autonomía financiera» y desde 2010 carece de activos líquidos. De ahí la importancia de lograr una mínima capitalización, que implicados en el concurso estiman en un millón, para poder afrontar con garantías los compromisos del plan de viabilidad.
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