Las intensas nevadas que están teniendo lugar este invierno en el país no alterarán los planes de las estaciones de esquí con respecto al calendario de cierre. Los dominios mantienen las fechas de final de temporada que han previsto desde hace tiempo (
Vallnord lo hará el 7 de abril y
Grandvalira, el 14), a pesar de los importantes espesores que se han acumulado las últimas semanas y que en algunos sectores superan los tres metros.
Desde las estaciones expusieron ayer al Diari d'Andorra que
"en principio" no se plantean abrir durante más días más allá de mediados de abril porque, por un lado, a partir de entonces
cae la demanda y porque, por otro lado, toda la operativa, con los
contratos del personal temporero, ya está planteada. El director general de Vallnord, Martí Rafel, señaló que,
"Sabe mal cerrar con mucha nieve, pero más allá del 7 de abril es difícil que venga gente. De la misma manera que decidimos que haremos el máximo para abrir el 1 de diciembre porque hay una demanda, lo hacemos también a la hora de fijar el cierre. Acabamos el día 7, que ya es una semana después de Semana Santa".
En la misma dirección, el director de marketing de Grandvalira, Alfonso Torreño, evidenció que a partir de la segunda quincena de abril
"ya cambia mucho la visión del cliente español y francés con vistas al esquí, que ya busca otros destinos. Además, después de una temporada con tanta nieve, a estas alturas la gente ya está un poco cansada ".
Con todo, recordó que Grandvalira ya decidió después de Navidad estirar una semana más el final de la temporada y pasarlo del 7
al 14. La medida, detalló, se tomó con vistas al buen funcionamiento de la temporada y el estado de la nieve, de hablar con el sector hotelero y revisar los calendarios festivos de los diferentes países que llevan turistas a Andorra.
Buenas condiciones garantizadas
Desde las estaciones encaran el mes y medio que queda de temporada con buenas perspectivas para que los temporales ya garantizan
"de sobra" unas buenas condiciones de la nieve, siempre que no caigan las temperaturas en picado. Tanto Grandvalira como Vallnord coincidieron, además, que aparte de las intensas nevadas registradas en diciembre se produjo mucha nieve artificial porque desconocían cuál sería el panorama que habría,
"Hay muchísima nieve y ya podemos decir que hasta Semana Santa tendremos unas buenas condiciones sin ningún tipo de problema"
De todos modos, reconoció que a pesar de los grandísimos grosores, el mal tiempo está penalizando la caja para los fines de semana de enero (en diciembre se trabajó bastante bien) han sido, en general,
"malos", con cierres parciales de pistas y dificultades para acceder a algunas zonas. Ayer, por ejemplo, Arcalís seguía cerrada. Se prevé que el acceso hoy por carretera vuelva a reabrirse.
En cambio, en las pistas de Soldeu-el Tarter y Pas de la Casa-Grau Roig en enero ha sido
"bastante bueno", con cifras superiores a las del año pasado, y se están cumpliendo las previsiones hechas antes de estrenar la temporada. Aunque, tal y como recordó Torreño, ha habido algunos fines de semana que la conexión con Francia ha quedado cortada y se han perdido clientes galos y de la Cerdanya, expuso que
"no nos podemos quejar. De momento estamos contentos, con cifras bastante correctas".
Por otro lado, el funcionamiento de
Naturlandia año está siendo bastante irregular. Las instalaciones de esquí de fondo de la Rabassa pudieron reabrir ayer después de tres días de cierre a causa del temporal (la vía de acceso estaba impracticable) y las pistas y las actividades de la cota 2.000 estaban ayer en funcionamiento al
cien por cien. En cambio, el Tobotronc continúa inactivo por el exceso de nieve.