Para algunas estaciones esta es una manera de reducir los accidentes, para otras un nuevo enfoque de disfrutar este deporte que también es ocio. Por eso este tipo de pistas no están en trazados verdes sin apenas desnivel, sino que se encuentran en pistas azules e incluso en alguna roja. En complejos invernales como Grindenwald, verdadero pionero de estas zonas, con 7 años de experiencia ya, su 'Zona 30' se extiende a lo largo de dos kilómetros.
Hoy en Suiza hay como mínimo otras ocho estaciones con 'pistas lentas' y otra docenas han expresado su interés en adaptar alguno de sus trazados. Estas pistas son particularmente populares entre las escuelas de esquí y las familias. También son frecuentadas por personas de avanzada edad que han esquiado toda su vida, pero que ahora desean bajar a su ritmo sin ser molestados.
En algunas estaciones la iniciativa ha tenido tanto éxito que incluso han creado mas pistas. En Zermatt por ejemplo tienen cuatro de estos trazados lentos. Además han hecho un estudio del número de accidentes que se provocaban en estas zonas, y como era de esperar el número baja muy notablemente respeto al resto de la estación. El tema no es baladí, puesto que solo en Suiza 66.000 personas tienen accidentes mientras esquian o hacen snowboard, y solo a 34.000 se les puede cargar los costes del operativo de rescate a la aseguradora. Eso significa que las estaciones deben poner de su bolsillo casi 200 millones de euros al año en sustitución de medicamentos, material de cura o gasolina de motos de nieve entre otros.
Pero no solo las estaciones tienen interés en reducir accidentes. Lógicamente las propias aseguradoras están en el mismo barco. Este misma temporada una compañía de seguros invitaba a los esquiadores a comerse una foundee en el mismo centro de la pista para hacer ver el placer que da la relajación en el esquí.
De todas maneras pese al efecto positivo, ninguna estación está pensando en ampliar a mas pistas sus zonas lentas. La mayoría cree que una pista es suficiente, y además tampoco está significando un argumento de venta que les ayude a incrementar sus ingresos.
Bautizado aquí como Low-ski, aquí el concepto se ha inspirado en el movimiento gastronómico slow-food, también originario de Italia. La pista de Cervinia se dirige a esquiadores que se quieren tomar su tiempo para apreciar el paisaje y la flora que le rodea. Cuenta con espacios escénicos de descanso con instalaciones para hacer un pic-nic, además de paneles informativos-educativos. Es algo así como el senderismo, pero aplicado al esquí.