Los problemas de Fuentes de Invierno no son los remontes, sino su electrificación y los sistemas de innivación artificial. La llegada de la línea eléctrica a Fuentes parece ahora una utopía, toda vez que el Principado se ha negado a pagar los seis millones de euros que reclama la Diputación de León para permitir el enganche de la estación asturiana al tendido eléctrico que ya da servicio a San Isidro, y que serviría para sustituir a los vetustos generadores de gasoil que dan energía a Fuentes. La solución tiene un precio muy alto: los 6 millones de euros que reclama la provincia vecina. Una inversión muy parecida a la que supondría contar con los cañones para el sistema de nieve artificial, que necesitaría también de la construcción de una balsa para el agua, la canalización eléctrica y también del agua desde la balsa a los puntos donde se colocarían los cañones. En definitiva, doce millones de euros.
Una cantidad prohibitiva, hoy por hoy, para la Dirección General de Deportes, que dedica cinco millones de su presupuesto anual a la temporada de esquí. Cada año, las arcas públicas pierden unos tres millones de euros entre Pajares y Fuentes de Invierno, pero no resultan tan fáciles de cuantificar los beneficios económicos que la actividad provoca en su radio de influencia. Sobre todo en el valle del Aller, que siempre ha tenido una relación directa con la nieve gracias a la estación leonesa de San Isidro, a la que se unió hace casi seis años Fuentes de Invierno. Conchi Muñiz, presidenta del colectivo Alletur, asegura que para los negocios del alto Aller la temporada de esquí supone un 80 por ciento de los ingresos totales.
De hecho, el año pasado, con una temporada muy mala, muchos negocios apenas cuadraron sus balances a final de año y otros quedaron en números rojos. Este año, con nieve desde el primer día, las cosas pintan mejor.»
Una de las novedades de la temporada de esquí es el cambio de modalidad de los abonos. El Gobierno del Principado ha decidido crear un abono conjunto para Pajares y Fuentes de Invierno. Esto supone que el coste sea mayor para el usuario, que también verá incrementado el precio de los «forfaits» de día, un 13 por ciento en Pajares y un 14 en Fuentes.
El abono conjunto cuesta 280 euros por temporada, el mismo precio que tenía esta modalidad el pasado curso. Aunque todos los esquiadores podrán usar ambos complejos, los deportistas que solamente querían abono para Fuentes verán incrementado su carné en 53 euros (223 euros costaba el año pasado), mientras que los que sólo querían abono para Valgrande deberán abonar 10 euros más que en la anterior campaña. El precio de los «forfaits» diarios en la estación allerana pasa de los 21 euros a los 24 euros, mientras que en Valgrande se incrementa de los 23 a los 26. El Principado mantiene los descuentos y precios especiales para jóvenes, familias numerosas, infantiles, preinfantiles y deportistas federados.
Pero salvar la temporada dependerá, en buena medida, del final feliz de las negociaciones del Principado con los trabajadores de Valgrande-Pajares para abrir todos los días de la semana. Entre otras cosas, según Eugenio Soto, están en juego las «semanas blancas», una iniciativa que desde hace treinta años permite a los alumnos de colegios de toda Asturias iniciarse en el esquí. «Son potenciales futuros clientes», recalca Soto.
El paréntesis del martes reduciría la semana blanca a tres días, de miércoles a viernes, con la consiguiente merma de ingresos, ya que la presencia de los escolares compensa la menor afluencia de deportistas. Además, según la opinión de usuarios y empresarios de la estación lenense, la medida no supondría prácticamente ningún ahorro porque, incluso con las instalaciones cerradas, sería necesario personal para labores de mantenimiento.
Entre funcionarios del Principado y empleados de las empresas concesionarias, en Pajares están en juego unos doscientos puestos de trabajo directos, más los que se generan en su zona de influencia. Una repercusión, en cualquier caso, mucho menor que la conocida en Felechosa desde la apertura de Fuentes de Invierno: cinco hoteles, siete establecimientos de apartamentos, una casa de aldea y cuatro restaurantes, 286 camas para turistas en una localidad con 580 habitantes censados en 2011.
El estallido de la burbuja inmobiliaria atenuó, en cualquier caso, el efecto beneficioso que Fuentes de Invierno aventuraba para el valle del Aller. Por eso sus habitantes esperan a que escampe para contar con una estación con grandes posibilidades y lastrada por enormes carencias. Una solución, como apuntaban no pocos deportistas en la inauguración de la temporada, podría pasar por la fusión con la vecina San Isidro.
Otro reto para gobernantes y empresarios es el aprovechamiento de las instalaciones más allá de los meses invernales. Lo consiguió durante más de una década Eugenio Soto en Pajares con una empresa de turismo activo. Durante los meses de verano, Soto ofrecía excursiones en bicicleta, descenso por cañones, patín en línea, senderismo, espeleología y un rocódromo. Hasta que, hace cuatro o cinco años, la realidad económica aconsejó una vuelta a un negocio más tradicional.
Se trata, en definitiva, de adaptarse a los tiempos que corren en un sector que ha evolucionado mucho en los últimos años. Por ejemplo, en las modalidades derivadas del esquí más tradicional y el equipamiento necesario para su práctica. Es lo que ha hecho José Cerra, gerente de Deportes Cerra, en su tienda, pionera en Asturias de la mano de su padre, Tomás Cerra. Desde que vendió sus primeras tablas de madera, allá por 1923, a la modernidad que se refleja en su dedicación al material para el «snowboard» y al «freestyle». Según José Cerra, el comienzo de la temporada en Asturias apenas se ha visto reflejado en un tirón de las ventas. Algo que atribuye tanto a la crisis económica como a los hábitos de los habitantes de una comunidad limitada por las condiciones de sus estaciones.
Hay, por tanto, muchas personas y sectores interesados en que la nieve cuaje de una vez por todas en Asturias. Hay un mercado potencial que, a la espera de que las circunstancias económicas permitan un relanzamiento, agradecería medidas que permitiesen aprovechar a conciencia los escasos cinco meses de la temporada. Quizás así también podrían hacerse realidad proyectos como el de la Federación de Deportes de Invierno del Principado de Asturias, que espera la homologación para la próxima temporada de una pista en la estación invernal allerana de Fuentes de Invierno (FDIPA) para albergar competiciones de carácter nacional e internacional. La Federación propone la parte central de la estación como lugar idóneo para ubicar la pista, que abarcaría una zona en la parte alta del complejo que se utilizaría para instalar la salida y, tras bajar unos metros, se retomaría lo que hoy es la pista de La Llomba.
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