Caca de la vaca para funcionar un telecabina
Perfeccionado durante los últimos 10 años, el proceso GMP Cow Power es bastante simple, según aseguran desde la empresa eléctrica. Las granjas recogen el estiércol de la vaca durante todo el día, mezclándolo con el agua que se usa para lavar las instalaciones del ordeño, que es bombeado a un digestor anaeróbico. La suspension fluye a través del digestor durante tres semanas a 100 grados Fahrenheit (37,7ºC) permitiendo que las bacterias conviertan el estiércol en biogas (aproximadamente un 60% es gas metano y el 40% restante dióxido de carbono). Ese biogas se suministra entonces a un motor de gas natural modificado que acciona un generador eléctrico para producir electricidad. Finalmente, la energía producida es transportada al sistema eléctrico de GMP, que en última instancia alimenta el sistema eléctrico del telecabina K-1 Express.
Los restos del estiércol que quedan en el digestor no se tiran, sino que se separan en porciones líquidas y solidas. La primera de ellas se utiliza como fertilizante mejorado, mientras que con la otra, que son fibras vegetales, que incluye pasto, fibras de caña de maíz, cáscaras de grano, etc... puede reemplazar al aserrín que usa el ganado para descansar.
En la actualidad, 13 granjas de Vermont con aproximadamente 10.000 vacas lecheras que producen 300.000 litros de estiércol por día, participan en el programa Cow Power de GMP y son compensados económicamente por su generación de energía eléctrica, y reciben descuentos por los beneficios ambientales relacionados. La energía que se produce a nivel local va creciendo cada año con nuevas granjas y clientes que se van uniendo regularmente.
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