Un intenso debate se ha desatado en
Salzburgo sobre las reglas locales que hacen que sea casi imposible para los profesores de esquí privados poder trabajar en las pistas de esta región austriaca. Según una sentencia del Tribunal Constitucional austriaco debería ser posible que estos instructores pudiesen practicar su profesión con libertad, pero el Gobierno Regional de Salzburgo se ha sacado de la manga una serie de reglas que hace casi imposible poder trabajar si no se está dentro de la nómina de alguna de las empresas locales.
Entre otras reglas claramente abusivas, están las de estar obligados a disponer de su
propia oficina física, además de un área de tierra bajo su control de no menos de
1.000 metros cuadrados y un punto de partida en un
telesilla situado en una zona del valle que donde pueda reunir a sus alumnos de manera que no interrumpan a los demás esquiadores. Las autoridades afirman que sin esas normas sería un caos en las pistas.
Pero estas normas no han sido aceptadas por una
Asociación de Profesores de Esquí en Austria, que protestan que esas normas significan que alguien que esté plenamente capacitado para la enseñanza del esquí y quiera trabajar por su cuenta con clientes particulares, no tienen la oportunidad de trabajar en Salzburgo, tal como cuenta el portavoz de esta asociación, el guía de montaña Nicolaus Winterstein,
"Un fallo emitido en una Corte del Tyrol estableció que un profesor tiene el derecho a ofrecer clases particulares por su cuenta, lo que significa que en Salzburgo las reglas tienen que cambiar también"
En cambio
Wilfried Haslauer, responsable de Turismo y miembro del Partido Popular, afirma que la experiencia en el Voralrberg es que estos profesores de esquí han caudado cierto caos en las pistas con los clientes. Es mas, dijo que las empresas de alquiler de material de esquí también se oponen a liberalizar el sector, lo que da una imagen de hasta que punto están confabulados todos los sectores en esta región austriaca.