Sin nieve, el negocio de las estaciones de esquí se tambalea. La sequía que afecta a las comarcas gerundenses golpea el modelo de negocio. A pocas semanas de cerrar la temporada, la Generalitat reconoce que será
una de las peores campañas de los últimos años. Según cálculos de la Secretaría de Territori y Movilitat, el retroceso del sector en comparación al año pasado podría situarse entre
un 25 y un 50% dependiendo del capítulo que se analice (visitantes, ingresos ...). Por su parte, la Asociación de Estaciones de Esquí de Cataluña (ACEM) prefiere no hacer ningún balance hasta que no finalice la temporada. El director de ACEM, Joaquim Alsina, reconoce que
"Hasta ahora, esta está siendo una mala temporada pero la esperanza es lo último que se pierde. A vez el tiempo cambia y hace frío. Hay temporadas muy buenas y otras que son horribles".
Un análisis de los datos climatológicos de los últimos meses evidencia que nos encontramos ante uno de los inviernos más secos de los últimos tiempos. En
Vall de Núria han caído hasta ahora
53 centímetros de nieve, cuando el año pasado la cifra ascendía hasta 153. Aunque se han registrado menos precipitaciones en la estación de
La Molina donde se han recogido
10 centímetros, un 88,5 por ciento menos que el año pasado. El secretario de Territorio y Movilidad de la Generalitat, Damià Calvet, afirma que
"Decir 10 centímetros en La Molina es como decir que no ha nevado. Ha hecho frío pero no ha venido acompañado de precipitaciones. Este es un año de extrema sequía. La falta de lluvias y frío se ha traducido en menos visitantes y menos ingresos".
Más consecuencias
La poca afluencia de esquiadores no sólo se nota en las estaciones de esquí. Los
comercios, restaurantes y hoteles de la zona también están muy pendientes del cielo porque son los que acogen a los esquiadores cuando bajan de las pistas. Por este motivo, saben muy bien que sin nieve su negocio peligra.
Raquel Molina es técnica de turismo del Consorcio del Ripollès y conoce muy bien las consecuencias de una mala temporada en las pistas de esquí.
"En Vallter está la zona de Setcases que queda a pie de pistas. Allí hay muchos restaurantes que viven mucho de los esquiadores que se paran. Una mala temporada les afecta muy negativamente".
Aunque asegura que a estas alturas de la temporada es todavía difícil hacer un balance global, avanza que
"ha bajado mucho en turismo rural y hoteles. Tanto por la crisis económica, como por la poca nieve y las temperaturas muy altas".
Menos clientes, menos negocio y menos ofertas de trabajo. Una ecuación que no gusta a la Generalitat que hace lo imposible para mantener el sector de los deportes de montaña que considera estratégico. En estos momentos la Generalitat gestiona varias estaciones después de haber intervenido para evitar que cierren. Es el caso, por ejemplo, de Vall de Núria.
El Gobierno catalán también está siguiendo la evolución de
Vallter 2000 y ya ha avanzado que si fuera necesario también intervendrá.
"Estamos en contacto permanente con Vallter 2000. Ya anunciamos que en la medida que fuera necesario, la Generalitat intervendría en lo que es el mantenimiento de la estación. No se debe entender como tomar la gestión a alguien que no lo está haciendo bien sino como una garantía de mantenimiento de la actividad "
Precisamente Vallter fue la primera estación de esquí de toda Catalunya que pudo abrir esta temporada consiguiendo llenar las pistas de esquiadores durante el Puente de la Purísima.
"Esto les ha garantizado un cierto mantenimiento de la temporada. Han ido aguantando la tesorería. A final de temporada, evaluaremos la situación en la que se encuentra y veremos si es necesario llegar a un acuerdo con el actual propietario, que en ningún caso pasaría por la vía de la compra sino por la asunción por parte del Govern de los créditos concedidos a la empresa por parte del Insituto Catalán de Finanzas (ICF)".
A pesar de que Vallter comenzó bien la temporada, el resto de meses ha sido más desigual. Mientras que en diciembre fue
"relativamente bueno", durante los meses de enero y febrero la estación se vio perjudicada por varios episodios de viento. En cuanto en marzo, las altas temperaturas también han perjudicado la estación. Sin embargo, el director de Vallter,
Enric Serra, confía en que se pueda registrar un buen final de marzo y abril. A la espera de poder dar las cifras del balance de la temporada, reconoce que algunas estaciones catalanas podrían registrar descensos de visitantes de hasta
el 50%.
Buscando soluciones
Una de las claves para mantener un sector estratégico como el de los deportes de montaña pasa por
aumentar el número de esquiadores. Para ello, el Patronato de Turismo Costa Brava ha puesto en marcha varios proyectos para alcanzar esta meta como la edición del folleto de Nieve Mediterráneo, participación en ferias de nieve y turismo u organizar varios viajes de prensa y de familiarización para periodistas y agentes de viajes para dar a conocer el destino. Damià Calvet desde la Secretaría de Territorio y Movilidad, confirma que
"Lo que tenemos que hacer es un gran esfuerzo de promoción. Ensanchar la base del número de esquiadores. El Gobierno también está comprometido con la candidatura olímpica del 2022"
A pocas semanas de poner el cartel de
"cerrado" en las estaciones de esquí gerundenses, son muchas las propuestas que se ponen sobre la mesa para mantener un modelo de negocio estratégico para la demarcación. Mientras tanto, muchas miradas se dirigen al cielo confiando en que un cambio de tiempo pueda mejorar las cifras de esta temporada.