Diez años después de su puesta en marcha La Covatilla necesita crecer. La estación de esquí ubicada en la sierra de Béjar ha ido aumentando a lo largo de este tiempo con nuevas pistas y otros elementos que atraen cada vez a más público. Aficionados a la nieve para los que los remontes, el aparcamiento y otros servicios de este escenario que se nutre de esquiadores castellanos y extremeños, se van quedando pequeños. Alberto Segades, de Gecobesa, la empresa que gestiona la estación dependiente del Ayuntamiento de Béjar, cuenta que
«Tenemos unas pistas fenomenales pero cuando vienen muchos esquiadores nos encontramos conque están casi vacías mientras que los remontes están colapsados, con tanta gente como hay haciendo cola».
Genera hasta 1.200 contratos en el entorno
Los cálculos hechos por Gecobesa revelan que la estación bejarana genera hasta 1.200 contratos de trabajo en su zona de influencia durante la temporada de esquí. Es ahí donde hay que colocar a la comunidad autónoma extremeña, que se convierte en destino de muchos de los aficionados animados por la proximidad geográfica. Por eso se pide también a la Junta de Extremadura que colabore de alguna manera en la mejora de este escenario que muchos extremeños consideran precisamente como su estación. «Queremos que se vea la importancia de este proyecto como revulsivo contra el abandono de las zonas de montaña, igual que se entiende en Cantabria, Andalucía o Navarra».
El objetivo que se ha planteado la concesionaria es pasar de la actual capacidad para 2.000 personas a poder acoger a
entre 6.000 y 7.000 en el plazo aproximado de siete años. Un propósito que se encuentra recogido en un anteproyecto que ya ha recibido el visto bueno y la declaración de impacto ambiental de la Junta de Castilla y León.
En ese documento se especifica que se necesita aumentar la
potencia eléctrica, el número de plazas de
aparcamiento, las balsas de agua para
producir nieve y los
remontes, entre otras cosas.
«Lo que hace falta ahora es dinero para poder llevar todo eso a cabo», apunta Segades.
La inversión que se ha realizado hasta ahora es de
origen privado. Han sido aproximadamente
17 millones de euros los que Gecobesa ha invertido en
Sierra de Béjar-La Covatilla a lo largo de estos dos primeros lustros de existencia. Lo que busca para acometer la ampliación, calculada en
20 millones, es dinero público de la Junta de Castilla y León y en la medida de lo posible de la administración extremeña, a la que también ha acudido por los beneficios económicos que la estación genera en los municipios del norte de Cáceres.
Para buscar ese apoyo de los gobiernos regionales han pedido a un total de
112 localidades pertenecientes a Salamanca, Ávila y Cáceres que aprueben en sus plenos municipales una moción a través de la que soliciten esa participación económica.
«Sabemos que no es el mejor momento para solicitar dinero a nadie, pero no se trata de acometer todo el proyecto de golpe, sino de hacerlo progresivamente. Lo que más urge es aumentar la potencia eléctrica y el número de aparcamientos.»
La demanda ha llegado a ayuntamientos como los de Plasencia, Cáceres y los valles del Jerte y el Ambroz, situados en la zona de influencia de las pistas de esquí, que se ven favorecidas por los esquiadores que se hospedan en sus alojamientos, hacen turismo por sus calles y utilizan otros servicios. Para entender lo que este escenario supone para algunos puntos de
Extremadura, Segades pone un ejemplo que lo deja bien claro:
«El balneario de Baños de Montemayor no abría los domingos y va a hacerlo a raíz de la demanda que le plantean los usuarios que les llegan desde Sierra de Béjar»