Así, el año pasado se cubrieron 40.000 metros cuadrados de superficie que abarcaban las zonas mas 'sensibles' al derretimiento, osea la linea de nieve del telesilla y los cambios de pendiente de la pista. Para este año se han encargado más lonas con las que se espera abarcar unos 70.000 metros cuadrados.
A parte de evitar el derretimiento de la nieve, pretenden asegurarse que las pistas estarán practicables en Octubre, cuando comience de nuevo su temporada de esquí.
La iniciativa será estudiada durante dos años por la Universidad de Milán y la de Trento, y será financiada al 50% por capital público de Provincia Autonoma di Trento, que además subvencionará también la nieve artificial necesaria para acabar de poner a punto la zona esquiable en Octubre.