En este sentido, admitió al Diari d'Andorra que es consciente de que algunos operadores venden la población fronteriza en sus webs de una manera poco adecuada. "Hay portales, especialmente de Inglaterra, que asocian Andorra y el núcleo del Pas con un país de bebida", incidió. Es por ello que no descarta que el ministerio se ponga en contacto con aquellos touroperadores que promocionan así el Pas de la Casa (hay que incluso lo definen como "la Ibiza de los Pirineos") para hacer que comprendan que deben ser los primeros que no deben asociar Andorra con este turismo.
Las medidas y los mecanismos que se puedan emprender, sin embargo, deberán tratarse en el marco de las mesas de turismo y comercio, con los diferentes representantes del sector implicados. "No tenemos que hacer un estado policial, pero tampoco dejar que se nos escape de las manos", resaltó.
Acciones concretas
El titular de Turismo, por otra parte, ya propuso ayer algunas acciones concretas que se podrían analizar en el futuro para evitar incidentes como los de este invierno, en el que murieron dos turistas por congelación después de haberse desorientado del núcleo urbano cuando estaban en estado de embriaguez. Considera que tal vez habría que revisar algunas normativas actuales porque, por ejemplo, los locales de ocio nocturno no puedan servir bebidas alcohólicas a las personas que ya estén bajo evidentes efectos del alcohol. Para así, "sin estigmatizar a nadie" y con un "diálogo tranquilo", ejercer cierto control.
Alís afirma que está dispuesto a actuar si hace falta
El cónsul mayor de Encamp, Miquel Alís, asegura que si hace falta, el común está dispuesto a actuar para paliar cualquier problema en cuanto a los disturbios que ocasionan los jóvenes turistas en la madrugada, cuando vienen unos días al Pas de la Casa. Pero el mandatario encampadà cree que el problema se ha exagerado y que en realidad la cuestión no es tan grave como se está explicando.
Alís asegura que los vecinos que se quejan son una minoría y que en realidad los visitantes no provocan tantos problemas. "Son pocos los que denuncian la situación. Hay que recordar que hay tres mil personas que viven en el Pas, y que se quejan pocas", remarcaba el mandatario de Escaldes. El cónsul mayor asegura que gran parte de la población del Pas está contenta con el tipo de turismo que tienen.
De hecho, Alís quiere evitar el concepto "turismo de borrachera" y asegura que los problemas que se derivan de los visitantes son mínimos. "Si analizamos la situación veremos que los beneficios que aportan estas personas que pasan unos días en el núcleo es mucho mayor que los problemas que puedan ocasionar cuando salen a divertirse por la noche", comenta el cónsul mayor. "Sobre los visitantes ingleses, o la multitud de jóvenes portugueses que vinieron hace poco, la mayoría de personas están contentas", asegura Alís.
Desde el común aconsejan a tratar bien a los turistas. "En las conclusiones del Congreso Internacional de Turismo de Montaña que se celebró en Ordino se comentaba que el turista debe recibir un buen trato", concluye Alís.
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