Seguramente serán más de los 2 millones de déficit ya presupuestados, a pesar del incremento en el número de esquiadores de esta temporada. Es por ello que el presidente del consejo de administración de la estación y a la vez Cónsul Major de la Massana, Josep Maria Camp, apuesta de manera firme por la entrada de capital privado lo antes posible. En este sentido, considera que sería "deseable" que llegara un socio particular antes de que finalice el mandato para intentar cambiar la situación: "Debería poder ser así, pero si no es, tampoco pasa nada. La empresa puede funcionar tranquilamente un año y medio sin la entrada de capital privado."
El mandatario, de hecho, recuerda la "losa" que les supone la Ley de finanzas comunales, que limita el volumen de inyección económica tanto en las estaciones de esquí como de las corporaciones locales. "No hay margen, porque hay un límite de endeudamiento, y llega un momento en que la estación no puede hacer más inversiones", recalcó en declaraciones al programa 'Cal Fernández', de Andorra Radio. Sobre el esquema que habría que aplicar a la hora de vender parte del accionariado de Vallnord, Camp ha sido siempre partidario de una gestión al 50%, o de 49%-51%. "Y eso no es vender nada, porque la titularidad de los bienes es siempre comunal, sólo hablamos de gestión", aclaró.
Gestión pública "imposible"
El mandatario de la Massana hizo hincapié nuevamente que la gestión conjunta es la mejor opción para el futuro de la estación, porque hoy en día "es imposible" que un Comú pueda sostener y dirigir una infraestructura de estas características. "La situación aquí no se da en ninguna parte, en todas hay sociedades de economía mixta". Con todo, de nombres y de posibles inversores no habló, aunque aseguró que tiene noticias de empresas "básicamente" del país ("y también alguna de fuera") que valorarían invertir en Vallnord: "Piden como está la situación, las posibilidades ... De gente interesada, a priori, hay" porque, como remarcó, la explotación del dominio de los valles del norte es viable, con resultados de explotación positivos.
Recorte de personal
Como ya han empezado a aplicar en Grandvalira, los responsables de Vallnord han puesto en marcha la gestión unificada y un plan estratégico para paliar el déficit y las fuertes gastos. Y una de las acciones es reducir el personal.
El presidente de la sociedad admitió que, sobre todo, la parte superior del organigrama debía aligerar, para evitar duplicidades. "Lo que sí debe haber es una reorganización. No puede haber tres directores de todo, porque la estructura directiva está muy cargada". Las modificaciones en las plantillas deberían poner en marcha, según Josep Maria Camp, de manera más que inmediata, a partir de la próxima temporada, teniendo en cuenta que será la tercera en que se funciona bajo los parámetros de la gestión conjunta.
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