La situación se plantea, así, bastante diferente del año pasado, cuando en general se sufrieron descensos de una media del 20 por ciento de clientes. Entre los que más caían en aquella ocasión estaba el mercado británico, y la tendencia se mantiene, ya que los agentes coinciden en que continuarán perdiéndose clientes ingleses, mientras que los rusos, españoles, franceses y portugueses se estabilizarán e incluso crecerán. Una vez más entre los motivos de la bajada de esquiadores del Reino Unido, y también de otras procedencias, está la desviación hacia otros destinos, que se notó bastante el último año. En este sentido, Phaé atribuye este hecho "a motivos económicos y que han hecho una promoción más agresiva y más consensuada entre todos los actores que ha sido beneficiosa". Y añade que esta realidad ha hecho que las agencias "hayan puesto en marcha herramientas de comercialización y de marketing necesarias para conseguir recaudar una clientela quizás un poco diferente, pero más adaptada a la realidad del mercado", que es lo que se ha traducido en la mejora de las cifras de la temporada anterior.
Carencias de oferta
Catherine Phaé recuerda que este año las tarifas en Andorra "se han estabilizado y en algunos casos bajado", pero enfatiza que hay segmentos de clientes que no se pueden cubrir porque la oferta no es la adecuada. Por ejemplo, en el caso del mercado escolar, donde asegura que "nuestros precios son menos competitivos que en otras estaciones y no disponemos de estructuras adecuadas para alojarlos".
Para el turismo de negocios destaca que hay establecimientos hoteleros de muy buena categoría e infraestructuras de reuniones muy completas, pero indica que a la hora de ofrecer el producto los agentes tienen el handicap que "es imposible encontrar un restaurante para 300 personas o actividades nocturnas atractivas". Y aunque añade que hay inadecuación de la oferta y la demanda en el caso del cliente francés, que busca un tipo de alojamiento "en apartamentos y hoteles clubes que casi no existe".
Desde el punto de vista del colectivo, la recuperación del sector turístico del Principado pasa por una actuación coordinada de todos los actores implicados, y se remarca que es necesario responder al cambio que ha experimentado el turismo en el ámbito mundial desde hace veinte años, al que considera que "no hemos sabido reaccionar". Lo que ha supuesto que las carencias que ha habido "sean cada vez más patentes", con el añadido de la crisis internacional. Así, la presidenta de la asociación reclama que se defina conjuntamente "un plan de promoción turístico a medio y largo plazo", y considera esencial que haya participación de todos porque "si es consensuado cada sector seguirá la línea definida, y porque haya una adecuación entre las iniciativas públicas y privadas".
Phaé alaba la iniciativa del Gobierno de hacer mesas de trabajo sectoriales para cubrir las carencias existentes y que pueden ser muy productivas "cuando se definen objetivos claros, consensuados, asequibles y con un calendario establecido". Al mismo tiempo, sin embargo, insiste en que el trabajo se debe hacer ya porque la situación del turismo "se ha deteriorado mucho en los últimos años".
Fin de semana de máxima afluencia a las pistas
Las pistas de esquí vivieron ayer una de las jornadas clave de la temporada. Profesionales del mundo de la nieve explicaron ayer con cierta satisfacción que este fin de semana era de máxima afluencia, y que de momento se cumplen las expectativas. Ayer, un gran número de esquiadores aprovechó el buen tiempo y las condiciones favorables de la nieve para subir a los dominios del país. El constante hormigueo de turistas fue la tendencia generalizada a la mayoría de estaciones del Principado.
Las importantes nevadas del último día del año contribuyeron a que las pistas quedaran en buen estado durante un largo fin de semana que están aprovechando muchos aficionados.
El gran volumen de turistas que está visitando el país también se reflejó en la red viaria. Un gran volumen de vehículos entró en el Principado, lo que originó algunos problemas en la carretera N-145. Poco antes de las once de la mañana, la cola para entrar por la aduana del río Runer llegaba hasta Adrall. Además, según informó Movilidad, hubo varios problemas en el interior del país, principalmente para entrar en Sant Julià de Lòria desde el sur. También hubo problemas para salir del país, por la mañana y sobre todo por la tarde. Poco antes de las nueve de la noche, había circulación lenta con retenciones desde Sant Julià de Lòria hasta la recta de Enclar. La circulación también era complicada justo antes de cruzar la frontera hispano.
Fuente: